Sinfonía para Ana revive las consecuencias de la dictadura de Argentina

Sinfonía para Ana es una cinta que muestra las heridas abiertas por la dictadura militar de Argentina en el Festival de Cine de El Cairo. Algunos espectadores están familiarizados con el clima de represión que se vive en Egipto por el Gobierno de Abdelfatah al Sisi.

El director Ernesto Ardito, coautor del largometraje, declaró: “Toda herida de terrorismo de Estado, incluso en la opinión pública, lleva su tiempo para sanar”. La realización del filme fue en colaboración con su mujer, Virna Molina, en el pasado han trabajado en otros documentales ambientados en la dictadura argentina.

Ardito aseguró que desea que el espectador se identifique con los protagonistas y que la cinta sirva para abrir una discusión y como un creador de ideas. También mencionó que el deseo de cambio debe partir de la propia sociedad.

El director dijo que “un gobierno tiene mucho que ver con el ‘statu quo’ de lo que piensa la gente en el fondo en una sociedad. Si la gente empieza a querer cambiar las cosas, se pueden cambiar las cosas”.

El Festival de Gramado de Brasil galardonó a la cinta como la mejor película y también con el premio de la crítica en el de Moscú. La cinta relata las vivencias de unos adolescentes en el Colegio Nacional de Buenos Aires en los años previos al golpe de Estado de 1976.

Sinfonía para Ana es un túnel del tiempo

Ardito aseguró que ve el filme como un túnel del tiempo, el cual lleva al espectador a sentirse protagonista ya que puede revivir sus experiencias juveniles a través de un compendio de fragmentos de imágenes y sonidos que pretenden emular el funcionamiento de la memoria, algo que el director define como la estética del recuerdo.

“En la adolescencia se vive todo a flor de piel: el amor, la política, rebelarse contra los padres. La película transmite todo eso, la dictadura se va desplegando de a poco y al final aparece el monstruo gigante”.

Este representa el debut de estos directores en la ficción, para lo cual recurrieron a imágenes reales de la época para así ambientar la cinta, además trataron de imprimirle un pulso narrativo de documental.

La filmación se realizó en el Colegio Nacional donde eligieron a los actores entre alumnos y exalumnos de este centro, tratando así de seleccionar a jóvenes con perfiles similares a los de los personajes, entre ellos está la hija de los directores, Isadora Ardito, quien interpreta a la protagonista.

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