Negociación no es una mala palabra, por Paciano Padrón (@padronpaciano)

Qué se negocia y cómo se negocia pueden dar pista sobre un tipo de negociación no deseada, pero es saludable recordar que la negociación es herramienta de la racionalidad y la civilidad. Todos negociamos todo el tiempo, con nuestra pareja e hijos, con los vecinos, compañeros, socios y amigos, pero también con los adversarios, competidores e incluso enemigos. Negociación es -según lo enseñamos en nuestras clases de liderazgo, porque ella es consustancial al líder- un proceso comunicacional (entiéndase racional y emocional) que se desarrolla a nivel de personas o grupos, y está orientado a resolver divergencias a través de acuerdos. Estamos hablando de una herramienta para cualquier ser humano en su convivencia social, y de una herramienta fundamental del político y líder.

No se me escapa que cuando un venezolano dice “allí están esos políticos poniéndose de acuerdo, negociando” constituye una acusación, el señalamiento de algo que se entiende perverso y podría serlo, si bien en esencia es -como ya dijimos- un instrumento de la civilidad y racionalidad.

Que la Mesa de la Unidad negocie con el régimen opresor y decadente, no es una mala señal. Los buenos oficios o mediación de Rodríguez Zapatero, Leonel Fernández y Martin Torrijos convocaron a los líderes de la alternativa democrática a dialogar sobre la tragedia que hoy padecemos; mal podríamos negarnos a ese diálogo, sobre todo cuando el mundo sabe de la intransigencia del régimen. No deberíamos presentarnos nosotros como intransigentes. Por supuesto que debe responderse satisfactoriamente las preguntas qué y cómo negociar.

Sería una ingenuidad sentarnos a la mesa sin propósitos definidos, sería caer en el juego del diálogo como mecanismo dilatorio, que ya lo padecimos en 2003 y en 2014, entonces el gobierno ganó tiempo, respiró y volvió a apretar, siguió apretando. La pregunta más elemental sería, ¿no pretenderá lo mismo esta vez? Todos sabemos que este régimen opresor -igualmente asustadizo y cobarde- solo concede diálogo y abre espacios para la conversación cuando tiene la pata en el cuello, cuando está contra la pared producto de presión popular, y en cuanto esta disminuye, desaparece el escenario de diálogo, y palo es lo que viene contra el pueblo. Por lo pronto podemos decirle a Nicolás que se prepare para las presiones, porque el pueblo humillado, hambreado y acorralado como está, generará todo tipo de presiones, la situación es explosiva.

¿Podría negociarse el Referéndum? Por supuesto que no, él es constitucional, constituye una salida pacífica y civilizada. Que el referéndum va este año no se negocia, podría haber acuerdos vinculados al mismo y referente a modalidades sobre cómo hacerlo este 2016.

Es elemental, pero tal vez útil, recordar que para que haya negociación, además de la existencia de los actores y del asunto en divergencia, tiene que haber voluntad de búsqueda de acuerdo. Si una de las partes no quiere avenirse y decidió no acordarse, sería tiempo perdido. Tal vez valdría la pena preguntarse si el diosdadomadurismo está dispuesto a llegar a un acuerdo, o si otros grupos del oficialismo, uniformados o no, están dispuestos a negociar y a sostener la palabra sobre lo que acuerden. La alternativa democrática ha marcado su camino dentro de la constitucionalidad. Sabemos de la resistencia del régimen a soltar el coroto, porque en efecto es el coroto lo que les interesa, es seguir usufructuando el poder y evitar lo que significaría la pérdida del mismo, que podría conllevar pérdida de bienes mal habidos y de la libertad hoy comprometida, como consecuencia de los abusos y crímenes contra la Constitución y el Estado de Derecho.

Entendemos que no le es fácil a Maduro negociar, pero si le es fácil -y sabe hacerlo- pedir diálogo, marearnos con mecanismos dilatorios que nos saquen del objetivo de cambiar a Venezuela, y de cambiarla ya, porque a esta altura del juego hasta el pueblo chavista quiere cambio, quiere paz y salud, pan y medicamentos.

DC / Paciano Padrón / pacianopadron@gmail.com / @padronpaciano