Nueva era de relación entre EE.UU y Argentina

Tras el fin del kirchnerismo en Argentina, y bajo el mandato del presidente Mauricio Macri, el país vuelve a abrir sus puertas a Estados Unidos. Después de once años de tensiones, un presidente norteamericano voló hacia el sur, para abrir una nueva era de las relaciones bilaterales. Luego de una histórica visita a La Habana, Obama pisó Buenos Aires. Estará en Argentina hasta el viernes.

A consecuencia de los atentados del martes en Bruselas, se extremaron las medidas de seguridad para recibir al jefe de Estado estadounidense, quien arribó después de la medianoche del martes, acompañado de su esposa, Michelle, y sus hijas Sasha y Malia,

La visita de Obama trae un enorme apoyo para los giros económicos y políticos poco populares, pero necesarios, que Mauricio Macri quiere darle a la tercera economía latinoamericana. Incluso antes de su reunió privada, ya se había anunciado la firma de acuerdos en materia de seguridad, combate al crimen y lavado de dinero, comercio e inversiones, e incluso una declaración conjunta en apoyo a la OEA y al Sistema Interamericano de Derechos Humanos. “Esto nos marca una nueva forma de trabajo, con relaciones maduras e inteligentes entre pares que nos ayudan a construir un futuro mejor, tal como nos ha dicho el presidente Macri”, anticipó la canciller argentina, Susana Malcorra.

Según dijo el propio Obama tras reunirse con su homólogo en la Casa Rosada, el sentido de los acuerdos alcanzados es comprometerse a trabajar conjuntamente en la “histórica transición” que vive Argentina. Obama aplaudió las reformas económicas impulsadas “de prisa” por Macri y expresó su confianza en la “nueva dirección” que toma el país suramericano.

Cuando se habla de apoyar a la OEA y al Sistema Interamericano, cualquiera piensa que se cocina un giro político que irá más allá de las fronteras argentinas. La visita de Obama no sólo plantea un apoyo interno para Argentina, sino un cambio en el enfoque regional, desde La Habana hasta Buenos Aires. Con una Argentina desmarcada del populismo de izquierda que fue impulsado por Hugo Chávez y seguido por Cristina Fernández de Kirchner y que ahora está llegando a su fin en casi toda la región, se abre la puerta para cambios en la política regional y para un mayor papel de Estados Unidos, que brilló por su ausencia en Latinoamérica durante más de una década. La OEA, un organismo duramente criticado y calificado de “imperialista” por la mayoría de las izquierdas latinoamericanas, podría recobrar su importancia en los años venideros.

Macri, después del encuentro privado con su homólogo estadounidense, destacó su “liderazgo inspirador” y señaló que “este es el comienzo de relaciones maduras, inteligentes y constructivas para mejorar la calidad de vida de nuestra gente”.

Entre los anuncios más importantes estuvo su agradecimiento a Obama por anunciar la desclasificación de archivos de la dictadura, incluidos archivos militares y de inteligencia, que se suman a los miles de documentos que el gobierno norteamericano ya había desclasificado en 2002. El anuncio despertó fuertes tensiones, porque se dio justo en la víspera del 40 aniversario del golpe militar que, como dijo el propio Macri, “consolidó el capítulo más oscuro de nuestra historia”. No son pocos los activistas y víctimas que consideran la presencia de Obama durante este aniversario una provocación.

No obstante, Macri dijo que “los argentinos tenemos derecho a saber la verdad de lo que pasó. Quiero resaltar que si nosotros dialogamos con seriedad y respeto con los países, nuestros pedidos son respondidos rápidamente”.

No podía quedar por fuera una mención sobre los atentados terroristas perpetrados el martes en Bruselas, que dejaron más de 30 muertos y 230 heridos. Al respecto, Obama señaló que “el mundo tiene que estar unido contra el terrorismo” y particularmente en la lucha contra la organización Estado Islámico, que reivindicó los ataques en la capital belga. Obama, que ya lidera una coalición internacional para bombardear posiciones estratégicas del Estado islámico en Siria e Irak, aseguró que “podemos y vamos a derrotar a los que amenazan la seguridad y la protección, no sólo de nuestra gente, sino de personas en todo el mundo”.

Macri se sumó al llamado. Dijo “compartir el dolor por este nuevo atentado cruel y devastador” y aseguró que es necesario “reflexionar una vez más que los fanatismos, la intolerancia, la agresión y la violencia no llevan a ningún lugar”.

DC|EE