Soluciones, por Jesús Castillo Molleda (@castillomolleda)

Luego de los recientes anuncios presidenciales del pasado miércoles 16 de febrero de 2016, las expectativas de que la situación de abastecimiento, inflación, inseguridad, producción nacional, mejoren en corto tiempo no se avizoran entre los análisis de los agentes económicos. La caída de los precios del barril de petróleo, la baja capacidad productiva nacional para abastecer el mercado interno, las deudas con proveedores internacionales, los 20 mil millones que se necesitan para superar la emergencia, acorralan al gobierno en su escasez de divisas, le obliga a buscar financiamiento internacional con el Fondo Monetario Internacional (F.M.I), Banco Mundial (B.M.),  Banco Interamericano de Desarrollo (B.I.D), lo que equivaldría alrededor de 60 mil millones de dólares que le permitan solucionar en corto plazo la reactivación del aparato productivo, pago de deudas nacionales e internacionales, y lograr destrancar la débil economía venezolana.

El gobierno no puede seguir jugando con el sacrificio de los venezolanos, las medidas recién tomadas apuntan a un financiamiento nacional con recursos de los ciudadanos, los cuales están bastante afectados por la acelerada inflación, unido a las medidas fiscales nacionales muchas alcaldías en el país han aumentado sus tasas de interés de servicios locales, los cuales indudablemente golpea el bolsillo de los ciudadanos. Llegó el momento de buscar verdaderas soluciones, un buen médico sabe que mientras más demore el paciente enfermo en recibir el tratamiento adecuado las probabilidades de fallecer aumentan, así que un buen gerente público debe saber que mientras más tarde en tomar los correctivos (además de dejar el orgullo ideológico), corre el riesgo de provocar salidas conflictivas, en donde más que sacrificar un proyecto político se estaría sacrificando un país con 30 millones de habitantes.

Ya se saben cuáles son los problemas y también cuáles son las soluciones, solo hace falta voluntad política para ejecutarlas, inclusive aquellos que proponen enmiendas, referendos, constituyente, renuncias, deben apostar por la estabilidad económica, política y social del país. La confrontación solo ha traído atrasos, pérdidas humanas, pérdidas de bienes, elevados conflictos para descreditar al adversario, presos políticos, mientras los ciudadanos cada día se les desvanece su calidad de vida. En la misma línea de búsqueda de soluciones, deben estar los 335 alcaldes, 23 gobernadores, 2 alcaldes mayores, concejales, legisladores estadales, diputados nacionales, ministros.

Por su parte, el gobierno debe aceptar la ayuda de la empresa privada que genera empleo, paga impuestos y es parte de la fuerza productiva que necesita el país para superar la crisis, el empresario en general apuesta a la estabilidad económica y aquellos entes especuladores que anden en malos pasos tienen que enfrentar la justicia; nadie podría estar en contra de que los organismos encargados de evitar la evasión fiscal, especulación, corrupción, actúen con todo el peso de la ley, se debe entender que en Venezuela son más los honestos que los deshonestos.

Los ciudadanos deben ir actuando diferente en las exigencias hacia los gobernantes, si se quiere tener mejores gobernantes se debe elegir mejor, es preocupante que ante la crisis actores de la política que fueron responsables del pasado negativo del país se quieren colar apareciendo como nuevos actores políticos, evadiendo su responsabilidad pasada, que muera lo que tenga que morir y que nazca lo que tenga que nacer, pero no se puede permitir seguir premiando a los malos y castigando a los buenos. En Venezuela sobra el talento capaz de estar al frente de esta coyuntura que necesita de la participación de los hombres y mujeres capaces de desprenderse de sus intereses personales para pensar en los intereses colectivos. Los ciudadanos se cansaron de discursos, gritos, insultos, señalamientos, quejas, lamentos, historias, promesas incumplidas, culpables imaginarios. Los ciudadanos necesitan gerentes públicos y políticos que asuman sus funciones y rectifiquen, los ciudadanos requieren soluciones.  Como lo dijo Agustin R. Sahagún “En esta vida hay que ser solución, no problema”.

 

DC / S.H. Jesús Castillo Molleda / Profesor Universitario, Politólogo, Emprendedor, Locutor / jcastillo@fundacionzuliaproductivo.com / @castillomolleda

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