Régimen putrefacto, por Marlon S Jiménez García 

El régimen ya ha cumplido con los cinco estados principales de todo proceso de descomposición: fresco, hinchado, de putrefacción activa, de putrefacción avanzada y seco o de restos. La corrupción in extremis, de los actores integrantes del régimen, en los 17 años en el poder, cumplió cabalmente con sus funciones en grado superlativo con la descomposición ética en todo el ámbito estructural del Estado. El régimen, desde sus figuras más resaltantes, ´´el comandante eternamente enterrado´´ y ´´el engendro heredero´´ y todos aquellos que de una u otra forma juegan un rol en el mismo, están ´´podridos´´. Nada ha dañado más al régimen comunista que la corrupción política; a eso se debe la monstruosa desigualdad social y económica, la pobreza y la violencia que nos acogota a los venezolanos. Esa corrupción es integral; los comunistas han despojado a su pueblo de las riquezas que le pertenece, para beneficio solo de unos cuantos. La deshonestidad es total y absoluta, no tiene precedente; se ha implantado como ´´modus operandi´´ el robo del erario público.

En el Best Seller recién publicado (lo recomiendo ampliamente) ´´El Gran Saqueo´´ cuyos autores son Carlos Tablante y Marcos Tarre, se expone de manera cruda y con muy buena argumentación, como los comunistas se robaron ´´humildemente´´ 165 mil millones de dólares; como lo hicieron y donde los tienen depositados, asimismo, todo el negociado delictivo que han hecho para adquirir bienes e inmuebles en Norteamérica y Europa. En este gobierno no hay para sus funcionarios, razones para no robar; ésta se convirtió en una filosofía de acción; allí todos meten la mano, hasta la enfermera que cuidaba al difunto se robó 2 mil millones de dólares; ella pasó, de cuidadora de la enfermedad de su jefe, a ocupar, nada más y nada menos, el cargo de tesorera de la administración pública. Igual como pasó, con el otro delincuente, que la precedió en ese despacho: Alejandro Andrade, que hoy vive en urbanizaciones de mucho lujo, donde viven millonarios como él; en el propio imperio y cuya fortuna ronda los 20000 millones de dólares. El domingo pasado, Napoleón Bravo publicó en tuiter un estado de cuenta con la ´´irrisoria´´ cifra de 10 millones de dólares, que pertenece al Aristóbulo Isturíz; muchos dicen, irónicamente, que es uno de los ´´pelaos´´ del régimen, quizá por ser afrodescendiente.

En el país no hay alimentos, medicinas, artículos de aseo personal, no hay asignaciones de dólares para viajar, ni dólares para los estudiantes y jubilados que están en el exterior; lo que si hay son cuentas millonarias en bancos de Andorra, de Suiza, de Isla Caimán, de Panamá y en cuanto paraíso fiscal exista por ahí. Un pequeño grupo ha conquistado todos los poderes y mantiene secuestrado a las instituciones públicas, para sus propios intereses, lo cual ha llevado al ´´saqueo más grande´´ en la historia del país. El cambio de gobierno es un pedido nacional; hay que salir del engendro heredero más rápido que inmediatamente; tiempo que pasa sin ni siquiera intentar resolver la ´´gran crisis´´ es un atentado contra la salud pública y moral y la paz ciudadana. El régimen putrefacto debe concluir.

DC / Marlon Jiménez García / Profesor Universitario