Denuncian que 25 niños agonizan en el Universitario de Maracaibo por falta de medicamentos

Quince madres se despegaron de las camillas de sus enfermos. Buscaron papel bond, escribieron sus consignas y caminaron hasta la avenida Guajira, a unos 100 metros del octavo piso del Hospital Universitario de Maracaibo, donde, según declararon, sus hijos “se están muriendo por falta de medicamentos”.

Es la segunda vez en cuatro meses que las mujeres protestan por las condiciones deplorables del piso de la torre de pediatría. La denuncia se mantiene: falta de aires acondicionados, insalubridad en el área, la falta de insumos y medicamentos para atender a los 25 niños, pacientes de hidrocefalia y epilepsia, recluidos en ese hospital.

“A los niños les tenemos que quitar las chiripas de encima”, denunció Vivian Chourio, familiar de un paciente. La mujer instó a la directora, a la ministra de Salud y a todo el que quiera a inspeccionar el piso.

“No hay medicinas y los niños se están muriendo”, repitió una y otra vez Maywyn Pérez, madre de un paciente de 12 años, a quien constantemente le piden soluciones para sus tratamientos y válvulas para sus derivaciones. Se quejó, además, de la insalubridad y de la climatización del área. La temperatura en la ciudad diariamente supera los 40 grados y los niños no tienen aires acondicionados.

Para dispersar la manifestación enviaron a un par de militares y a unos trabajadores de la Dirección de Seguridad del Universitario. Ninguno se movió de la vía hasta que no dispersaron la protesta. Una comisión se reunió con el doctor Samuel Viloria, quien aún ocupa la oficina de la dirección, pese a que la semana pasada designaron a Tania Mesa como rectora del centro de salud.

Viloria se mostró consternado al saber las fallas en el servicio. No se comprometió a nada, declaró Rosleidy González luego de la reunión. A diferencia del 24 de octubre de 2014, cuando después de la toma del piso por las madres de los pacientes ordenó la instalación de un aire acondicionado de cinco toneladas y un Split en la torre de pediatría.

DC | Contra Punto