Bailar, la actividad perfecta para adelgazar

1. Un potente ejercicio cardiovascular: Bailar es un ejercicio similar al ‘running’, a montar en bici o nadar. Gracias al baile ‘quemaremos’ grasas y la capacidad y fuerza de nuestro corazón se incrementará como nunca habíamos imaginado. Tu resistencia también se verá aumentada y eso te permitirá estar capacitada para retos mayores en solo un par de meses.

2. Tonifica todo el cuerpo: En el baile no sólo intervienen piernas y glúteos, sino que es uno de los ‘deportes’ que entrenan todo el cuerpo. Abdomen, brazos, espalda y pectorales se verán beneficiados de ello. Al ser un ejercicio integral, todo nuestro cuerpo se verá involucrado en la ejecución de los movimientos, así que verás como tu grasa corporal disminuye en todas partes. Y si quieres un dato, apunta: en una sesión de baile de moderado a intenso puedes ‘quemar’ hasta 500 calorías.

3. Especialmente indicado para nuestras piernas: Varices, piernas cansadas o hinchadas, cansancio articular… El sedentarismo ‘obligatorio’ al que sometemos a nuestro cuerpo (demasiadas horas sentadas al día) hace que estas patologías cada vez sean más y más frecuentes. Bailar es la solución a ello.

Tus piernas se ‘activarán’ como nunca gracias al baile: al ser un ejercicio cardiovascular, pleno de movimientos y continuado en el tiempo; nuestras piernas y glúteos se tonificarán más rápidamente que con otros ejercicios específicos. Tu tren inferior estará más musculad y la grasa resistente cada vez será menor si somos constantes.

4. Huesos y articulaciones más sanos: Contrariamente a lo que se puede pensar, bailar no es un ejercicio peligroso, sino todo lo contrario. La capacidad y resistencia de huesos, articulaciones y músculos se verá aumentada, haciendo que nos veamos y sintamos más fuertes y con mayor vitalidad.

5. Un momento de felicidad: Está cieníficamente demostrado que bailar libera endorfinas, la hormona de la felicidad. Durante su práctica el cerebro multiplica su actividad para centrarse en el baile y eso nos ayuda a olvidar las preocupaciones y relajarnos gracias al baile. Además, al terminar tendremos una sensación de euforia y alegría por el trabajo bien hecho. Y el estrés, milagrosamente, desaparece…

6. Mayor flexibilidad: Casi sin darnos cuenta, el baile hará que tus movimientos sean mas armónicos y naturales. Es una consecuencia natural de practicar el baile con frecuencia. Como resultado de ello tendremos menos lesiones articulares (esguinces, elongaciones, tirones…) y nuestro cuerpo ganará en flexibilidad.

7. Memoria y coordinación multiplicadas: Por supuesto, si nuestra flexibilidad aummenta también lo hará nuestra coordinación… Y de paso nuestra memoria. Mientras bailamos, nuestro cerebro se pone en marcha para aprender y memorizar los pasos y coreografías. Así, nuestra coordinación aumenta y estaremos más atentos y despiertos ante los retos y estímulos de nuestro día a día (trabajo, relaciones sociales…). ​

8. Un deporte social: «Bailar pegados es bailar» cantaba Sergio Dalma. Y aunque no sea siempre así, lo cierto es que bailar es un deporte que se practica mejor en compañía. Si a la hora de ir al gimnasio buscas una pareja, ¿por qué no hacerlo al ir a bailar? Os apoyaréis y motivaréis para ir cuando uno no tenga ganas y además fomentarás una amistad. El baile no entiende de sexos, edades ni forma física.

9. Ideal para salir de la rutina y conocer gente: Y si eres de los que no tienen a nadie para ir a bailar, no te preoupes ¡hay más gente como tú! Si vas a bailar conocerás gente con tus mismas inquietudes, deseando progresar, ponerse en forma, aprender una actividad nueva, conocer gente ¡y divertirse!​ ‘Solo’ tienes que salir de tu zona de confort, vencer el miedo a lo desconocido (en una clase de baile todos aprenden) y dar lo mejor de ti… ¡Seguro que regresas encantada!

DC|MH

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