Voto Sorpresa, por Jesús Castillo Molleda (@castillomolleda)

Los resultados arrojados en las recientes elecciones en Argentina, Guatemala y Colombia, reflejaron una tendencia importante de votos ejercidos por electores que no manifestaban preferencias por ningún candidato o partido político pero que el día de las elecciones decidieron ir a votar. En Venezuela todas las encuestas que han sido publicadas reflejan una alta tendencia de los votos indecisos los cuales podrían marcar la diferencia en alguno de los circuitos electorales,en cuyo caso, nadie podría sorprenderse  por los resultados que se dieran el 6 de diciembre de 2015, porque la única variable que  maneja hasta el momento la M.U.D.,   como  fuerza del voto castigo  es la crisis, pero es posible, que esa crisis no todos la perciban de la misma manera y puede incentivar a un elector a votar, a pesar, que en el presente manifiesten rechazo al voto de las propuestas actuales.

En campañas políticas se pueden usar diferentes métodos que logren captar el voto y es donde aparecen las falsas promesas que jamás se cumplen pero ayudan a atraer electores. Estas elecciones se caracterizan por tener centros de votación nucleados, que el día de las elecciones funcionaran en unidades sociales del gobierno, y que para poder cubrir el 100% de los centros de votación con testigos electorales se necesita de mucha organización además de contar con suficientes recursos económicos, tecnológicos y humanos, en especial los centros rurales donde un voto puede marcar la diferencia. En tal sentido,  podría ocurrir que cualquier evento fortuito motivara a un elector indeciso a  ejercer su voto finalmente como podría ser: obtener un beneficio  en el último momento, que lo presionen para votar, que crea en una promesa, que considere que su voto podría contribuir a alcanzar sus aspiraciones, que la maquinaria electoral lo movilice, que alguien lo convenza,  o estén inclinados por propuestas de la tercera vía, que al ver que no tienen chance prefieran no perder su voto o usar la técnica de la economía del voto, entre otras razones.

Muchos voceros de la M.U.D están convencidos que muchas de las personas que movilizaran las estructuras electorales del Polo Patriótico votaran por su propuesta tal como ocurrió en las elecciones presidenciales del año 1998, cuando la maquinaria adeca y copeyana movilizó los  votos a favor del adversario (Hugo Rafael Chávez Frías); inclusive, muchos se atreven a dar proyecciones  de diputados electos por circuitos y listas, sin tomar en cuenta la variable de los indecisos que podría provocar un voto sorpresa.

Las encuestas no ganan elecciones ni hacen perderlas, quienes lo hacen son aquellos que no asumen las fortalezas y debilidades que las encuestas reflejan. En Venezuela, muchos han logrado ganar elecciones es por lo que hacen y pueden perderlas por lo que dejen de hacer ese día y no, por lo que las encuestas reflejaban. No hay duda, que las elecciones del 6 de diciembre de 2015 reflejaran resultados no esperados para muchos, el gobierno está claro que hay un gran malestar en los ciudadanos y la M.U.D sabe, que esta es su mayor oportunidad después de 16 años para lograr ganar los espacios perdidos. La abstención es otra de las sorpresas que pueden cambiar las proyecciones que se reflejan en la actualidad, ambos polos radicales, no deben subestimar a su adversario y sobre todo no deben subestimar a los electores, como lo dijo Bernard Baruch “vota por aquel que prometa menos. Sera el que menos te decepcione”.  No botes tu voto, vota por el mejor.

jcastillo@fundacionzuliaoproductivo.com                  @castillomolleda

S.H. Jesus Castillo Molleda (Profesor Universitario, Politólogo, Coach Político, Locutor)

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