Reflexiones Postelectorales, caso Colombia, por Alberto López Núñez (@alopeznunez)

En nuestra anterior columna concluíamos que había ganado la mermelada en las elecciones regionales colombianas, ahora nos dedicaremos a analizar que significa ese triunfo.

La primera conclusión ineludible es que fue una gran derrota de la democracia. Un sistema político basado en el fraude gubernamental y en la compra de votos y avales por mafias regionales es un sistema deslegitimizado. La culpa fundamental de esto la tiene la inexistencia de verdaderos  partidos políticos en Colombia, no existe un solo partido que reúna los requisitos mínimos para llamársele como tal, estos son, doctrina, estructura, formación, liderazgos regionales propios, participación de la militancia en las decisiones fundamentales. Un acucioso observador de la vida política colombiana me señalaba que la razón fundamental de la inexistencia de verdaderos partidos políticos en Colombia es la razón familiar de éstos, las familias que aún dominan Colombia ( incroyable¡)  no les interesa partidos políticos fuertes pues  podrían ser desplazadas por estos, luego los partidos son estructuras intermitentes de esas familias que estrechan alianzas electorales con los liderazgos regionales (ellos también familiares) pero sin ningún interés en crear estructuras sólidas permanentes;  esto también explica el baile de avales, al no haber ni doctrina ni estructura cualquiera puede ser candidato de cualquiera, pareciera que mi amigo tiene gran parte de  razón en su análisis.

Pero ya basta de diagnósticos, la tarea ahora es plantear soluciones, ¿ Qué hacer? La leninista pero pertinente pregunta debe ser respondida y actuar conforme a esa respuesta de inmediato.

El farcsantismo la  tiene muy clara  su objetivo es la toma del poder vía el método exitoso que les ha proporcionado el Foro de Sao Paulo, he insistido reiteradamente en ello, y lo estamos viviendo ostensiblemente en Colombia, de manera que no insistiré más aquí.

Mi preocupación es si se puede contrarrestar  ( todavía) ese intento de toma del poder por el farcsantismo. Mi respuesta es probablemente, todo depende de un giro radical en las actitudes y comportamientos del liderazgo democrático colombiano.

Sí es posible prevenir la instauración del stalinismo ahora mal llamado Socialismo del Siglo XXI, sí y solo sí se cumplen las siguientes condiciones:

1)      Una toma de conciencia del peligro que el Foro de Sao Paulo significa para Colombia ( la mayoría parece todavía decir, al igual que las élites venezolanas en los finales del siglo pasado Venezuela no es Cuba, dicen, repito, Colombia no es Venezuela, craso error, estamos claramente en  vías de ser  Venezuela en  el futuro inmediato, es decir entre 5 y 8 años).

2)      Establecer un plan unificado de lucha contra ese peligro que básicamente serían unas reformas políticas básicas: estructuración de instituciones sólidas, reforma electoral que depure el sistema del fraude consuetudinario,  impedir la paz con impunidad.

3)      Creación de un frente unificado de todas las fuerzas anti Farc, lo cual debería llegar  incluso a candidaturas únicas a todos los niveles.

4)      Convencimiento claro de todas la fuerzas vivas de ese peligro y actuar conforme al interés patriótico por encima del interés particular, as{i los sarmiento Angulo  y demás oligarcas y gremios, dejar de comprar la soga con la que el gentil y simpático Timo los ahorcará; los medios de comunicación dejar de ser  portadores de los mensajes de apaciguamiento de Juanhampa a cambio de pautas ( vale arrodillarse a la mantequilla farcsantista a cambio de mermelada por 3 años y ser cerrados por órdenes de Timo de por vida después del 2018?), y así consecutivamente a todos los gremios, opinadores y sectores de influencia en la opinión pública.

Finalmente, transmitir ese mensaje a las masas ( que de paso, según todas las encuestas están más claras que las élites, pues abrumadoramente repudian los acuerdos de paz con impunidad que irresponsablemente en los círculos de poder  se alaban) y poner el pueblo en la calle a impedir la entrega de la patria al narcoterrorismo comunista.

Los terroristas son cobardes, precisamente por eso acuden a esa estrategia y no luchan de frente, Juanhampa es un vil personaje en manos de unos rufianes por simplemente un ego desmesurado, luego el pueblo los puede derrotar con un buen liderazgo, las Farc se han podido mantener en lucha por la errada posición de las élites de benevolencia con ellas, cuando hubo un líder que las enfrentó como debe ser quedaron arrinconadas en las fronteras gracias al apoyo de las dictaduras vecinas.

La tarea fundamental  es, pues, un cambio de actitud frente al narcoterrorismo. Pareciera una labor sobrehumana, pero  en relación a defender la patria ninguna acción es suficientemente grande. Estoy convencido que son muchos los patriotas que estarán dispuestos a anteponer sus intereses personales por salvar la patria del castrochavismo, por lo pronto ese llamado está prioritariamente enviado  a Uribe, Martha Lucía y Vargas Lleras, quienes deben liderar ese frente, a los poquísimos Gobernadores y Alcaldes que no fueron electos por mermelada y a aquellos que aún habiéndolo sido, pudiesen anteponer el interés de la patria al crematístico; a los gremios , medios de comunicación y FUNDAMENTALMENTE recordarles a las Fuerzas Militares que su deber es a defender la Patria y la Constitución, no al Presidente de turno, sobre todo si éste está entregando el país a un grupo narcoterrorista de criminales de lesa humanidad.

DC/ PHD Alberto López Núñez / @alopeznunez

 

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