Récord en Florida: 10 años sin ser golpeados por huracanes

En los últimos 10 años ningún huracán ha afectado a la Florida, un nuevo récord, mientras que el resto de la costa este ha escapado al golpe de un huracán fuerte.

Un factor fue que la temporada de huracanes del 2015 —cuatro huracanes, una depresión y siete tormentas tropicales, entre ellas una que provocó la implementación del estado de emergencia en la Florida — en lo fundamental siguieron el guión de pretemporada, que contemplaba menos tormentas debido a la fuerza del fenómeno El Niño, que ha calentado el Pacífico.

En otras latitudes fue una historia diferente. Más de 40 personas murieron en el mar, entre ellos 33 a bordo de El Faro, un carguero de 790 pies de eslora hundido por una poderosa tormenta que llegó a Categoría 3 en sólo seis horas. Y en la isla de Dominica, al menos 30 personas fallecieron en mortales deslaves.

Pero todavía está por ver si este largo período de tranquilidad meteorológica señala el fin de una era de fuertes huracanes que comenzó en el 1995, o sencillamente un factor de El Niño. Cualquiera que sea el caso, menos tormentas tienen poco que ver con la racha.

“Que hayamos tenido buena suerte no significa que va a continuar el próximo año”, dijo Michael Brennan, especialista del Centro Nacional de Huracanes.
La temporada comenzó temprano con un fenómeno que señaló la imprevisibilidad a futuro.

El 7 de mayo, la tormenta tropical Ana se formó frente a la costa de Carolina del Sur, convirtiéndose en la tormenta de formación más temprana que haya tocado tierra, dio Brennan. Ana provocó daños menores al cruzar tres estados antes de deshacerse frente a la costa de Massachusetts.

Bill y Claudette se formaron en junio y principios de julio, casi exactamente con un mes de diferencia. Las dos duraron poco.

A finales de agosto, Danny se convirtió en el primer huracán de la temporada y rápidamente se fortaleció a Categoría 3 antes que los vientos atmosféricos acabaran con él.

Aunque los especialistas habían pronosticado que los vientos impulsados por El Niño evitarían que las tormentas se fortalecieran, en el Caribe esos vientos resultaron ser más fuertes de lo esperado, dijo Phil Klotzbach, investigador del Departamento de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Estatal de Colorado, quien trabaja con William Gray, uno de los científicos que identificó el fenómeno de esos vientos, llamados de cizalladura.

El Niño, que los meteorólogos pensaron inicialmente que podría perder fuerza durante el verano, en realidad ha resultado ser de los más fuertes, ciertamente desde el último fenómeno poderoso que en 1998 impulsó pésimas condiciones atmosféricas en todo el mundo que llevaron a unas 23,000 muertes y $35,000 millones en daños.

“A mediados de agosto y hasta principios de septiembre, tuvimos un montón de tormentas que desaparecieron en medio del mar”, dijo Klotzback. “Eso no es lo que sucede normalmente”.

Pero las tormentas no siempre cooperaron.

A principios de agosto, Erika se formó a miles de millas al este de las Islas de Sotavento y estuvo cinco días confundiendo a los meteorólogos, quienes dicen que a veces las tormentas débiles son difíciles de pronosticar porque pueden fortalecerse y quedar bajo la influencia de condiciones atmosféricas diferentes.

A final de cuentas, Erika se deshizo cuando pasó sobre Haití y República Dominicana, tras provocar fuertes lluvias en todo el Caribe, provocando grandes deslaves, agravados por una fuerte sequía regional. Además de las muertes en Dominica, otras cuatro personas fallecieron a causa de Erika en Haití.

Un día después que Erika perdió fuerza, Fred nació frente a las costas de África y se convirtió en el primer huracán en formarse tan al este. Aunque sus vientos máximos sólo llegaron a 85 millas por hora, apenas Categoría 1, Fred mató a nueve pescadores en una región poco acostumbrada a los huracanes.

Durante las tres semanas siguientes, los vientos de cizalladura mantuvieron controladas las tormentas.

En sólo seis horas, Joaquín se fortaleció hasta pasar de una tormenta tropical a un huracán categoría 3. Al final casi llegó a categoría 5, con vientos máximos de 155 millas por hora.

Durante dos días, la tormenta golpeó partes de las Bahamas.

A pesar de las advertencias del Centro Nacional de Huracanes de que Joaquín era una tormenta peligrosa que probablemente se fortalecería, El Faro zarpó de Jacksonville y tomó un rumbo que colocó al carguero y sus 33 tripulantes en el paso de la poderosa tormenta.

Sin Joaquín, la temporada de huracanes del 2015 habría quedado en los libros como una de las menos fuertes de la historia. Pero los meteorólogos dicen que Joaquín representó la mitad de toda la temporada, mostrando una vez más que la cantidad de tormentas pronosticadas es poco ante las consecuencias de un huracán fuerte.

“Hemos tenido mucha suerte durante un largo período”, dijo Brennan. “No podemos contar con que esa buena suerte se mantenga”.

DC|ENH

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