Enfermera ayudó a Anna Vaccarella a pesar de la escasez

La periodista Anna Vaccarella hizo público -a través de la red social Instagram- su agradecimiento con una enfermera que le regaló dos toallas íntimas que tenía en el interior de su cartera.

Vaccarella expresó que estuvo durante seis días en una habitación bajo supervisión médica. “Recuerdo a una joven enfermera, a quien no volví a ver más, que ante la escasez de toallas sanitarias me regaló las únicas dos que tenía en su cartera. ¡Me sentía tan vulnerable que ese regalo lo valoré como ningún otro en mucho tiempo!”, publicó la periodista en la plataforma digital.

A continuación la publicación íntegra:

Habitación 318


¡Hasta me alegré cuando me la dieron! En medio de la crisis q vivimos, recibir prontamente una habitación es motivo de alegría, independientemente de que sea ese el lugar donde te recluirán por un cáncer…

Hace exactamente 3 meses atravesé esa puerta para entrar en un mundo rudo, cuestionador, que mueve cada día mi esencia vital. En horas, tal como si se tratara de un terremoto, todo se trastocó allá adentro… el piso se resquebrajó para no pegarse más y es allí donde he debido aprender a moverme… Aprender a vivir…

¿Cómo la vida puede cambiar tanto? ¿Cómo la visión de las cosas puede transformarse tan radicalmente? ¿Cuál es la acertada? ¡Mis prioridades son otras! ¿Antes estaba equivocada? ¿Ahora estoy en lo cierto? Sería muy duro llegar a esa conclusión… ¿Cuán relativas pueden ser las cosas?

Mis urgencias, mis agobios, mis luchas de antes… ¿A dónde se fueron? Huyeron de la habitación 318. ¿Eran realmente vitales? Cuanto estrés innecesario… Estuve 6 días en ese lugar. Mi vida se detuvo. Se congeló en esas 4 paredes esperando los diagnósticos médicos que fueron suficientes para cambiarlo todo… ¡Allí quedó demasiado dolor y demasiado amor de tanta gente que me ayudó de mil maneras!

Recuerdo a una joven enfermera, a quien no volví a ver más, que ante la escasez de toallas sanitarias, me regaló las únicas dos que tenía en su cartera. ¡Cuánto se lo agradecí! ¡Me sentía tan vulnerable que ese regalo lo valoré como ningún otro en mucho tiempo!

Escribí en mi diario el día que dejé la habitación “… Salir a la vida me da pánico. No sé lo que me espera…» Tres meses después aún no sé lo que me espera… Pero voy aprendiendo a no esperar… Vivo cada día, cada hora a la vez… ¡Y eso me pone orgullosa porque ha sido ya un gran aprendizaje! Dicen que en los espacios donde se viven experiencias trascendentales queda marcada la energía ¡Cuando todo esto pase un día volveré a la 318 a celebrar que en ese lugar nació un nuevo ser humano!

DC/EN

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