La hoja de ruta de La Habana, por Alberto López N. (@alopeznunez)

Ya está claro -el mismo Juanhampa lo confesó: “Las Farc y el gobierno queremos lo mismo para el campo”-, esto no es más que un abrebocas del reconocimiento de lo dicho en la famosa “cartica” que la Casa de Nariño esconde, pues es verdad (como en general todo lo que las Farc ha dicho y el gobierno niega para poco tiempo después reconocerlo y complacerlos en sus fechorías): que Juan Manuel Santos tuvo la iniciativa de escribirles proponiéndoles discutir los temas de la Plataforma Bolivariana de las Farc, con la cual no veía ningún problema.

 

Si no fuese verdad Santos ya hubiera publicado la carta; el que nada debe nada teme. Para comenzar aclaremos que el eufemismo “bolivariana” no es seguir los lineamientos patrióticos y liberales de Bolívar, sino los dictatoriales del autoritarismo populista de izquierda del “ Socialismo del Siglo XXI” de Chávez y Maduro. Está claro pues que esa plataforma de los narcoterroristas de las Farc es la verdadera hoja de ruta de La Habana; en esos “diálogos” que en verdad son capitulaciones del gobierno ante los criminales de lesa humanidad, lo que en verdad se está gestando es cómo implementar esa hoja de ruta. Veamos pues en qué consiste.

 

1) “los militares emplearán su espada en defensa de las garantías sociales”. Traducción, los militares dejarán de ser una institución imparcial garante de la soberanía nacional para convertirse en apéndice de la dictadura, tal como en Venezuela. “La Policía Nacional dependerá del Ministerio del interior y justicia”, o sea, dejará de ser una fuerza apolítica, para convertirse en la policía secreta y perseguidora de los opositores del régimen, siguiendo el ejemplo del G2 cubano y el SEBIN venezolano.

2) “Participación democrática nacional, regional y municipal en las decisiones que comprometen el futuro de la sociedad”. Esto no es más que “langue de bois” para decretar la “ democracia comunal” de Maduro, la cual no es sino una copia fiel y exacta de los soviets stalinianos. En consecuencia, la hoja de ruta de La Habana aniquila la democracia.

3) “Habrá libertad de prensa y democratización de los medios masivos de comunicación. En todo caso primará el interés social”. La primera frase es lo políticamente correcto, lo que se hará es lo que en Cuba y Venezuela, aniquilación de los medios independientes. Es por ello que me causa a la vez extrañeza e indignación el apoyo enmermelado de los grandes medios a ese proceso de capitulación de las Farc.

4) “El Estado debe ser el principal propietario y administrador de los sectores estratégicos: el energético, las comunicaciones, los servicios públicos, vías, puertos y recursos naturales en beneficio del desarrollo económico-social equilibrado del país y las regiones”. Parece que los flamantes Ministro Villegas y negociador Restrepo no han leído esto, están en La Habana entregando sus empresas al régimen comunista de las Farc.

5) “Explotación de los Recursos Naturales como el petróleo, el gas, el carbón, el oro, el níquel, las esmeraldas, el agua y la biodiversidad etc., en beneficio del país y de sus regiones, garantizando la preservación del medio ambiente. Renegociación de los contratos con Compañías Multinacionales que sean lesivos para Colombia”. Garantizarán el medio ambiente tal como lo vienen haciendo con derrames de petróleo y minería contaminante. En cuanto a las multinacionales ya saben los Estados que tan alocadamente apoyan las capitulaciones que sus empresas serán expropiadas, de nuevo copiando el modelo cubano-venezolano.

6) “Política Agraria que democratice el crédito, la asistencia técnica y el mercadeo. Estímulo total a la industria y a la producción agropecuaria”. Tal cual en Cuba y Venezuela esto significa expropiaciones gigantescas para convertirlas en desiertos improductivos, ya Santos lo dijo el gobierno quiere para el campo lo mismo que las Farc, confesión de la existencia del farc-santismo que reiteradamente he denunciado.

7) “Solución del fenómeno de producción, comercialización y consumo de narcóticos y alucinógenos, entendido ante todo como un grave problema social que no puede tratarse por la vía militar”. Ya se sabe que las Farc continuarán siendo el más grande cartel narcotraficante del mundo. Esa es la condición “sine qua non” le firma el tan ansiado acuerdo a Juan Manuel Santos.

 

Aparte de que por supuesto en la capitulación de JMS a los criminales de lesa humanidad de las Farc está el concederles impunidad y elegibilidad; es decir, ya estamos claro de lo que se cocina en La Habana, dado que los partidos de la mermelada nacional están entregados al farcsantismo por 30 moneditas de plata, los gremios y la sociedad civil en general están hipnotizados; no nos queda la esperanza sino en que el uribismo convertirá las próximas elecciones en un plebiscito contra las Farc, defendiéndose del fraude y que en últimas instancias los militares no permitirán la entrega del Estado democrático al Foro de Sao Paulo y sus secuaces del farc-santismo y los tontos útiles de éste, como la bancada conservadora, los grandes capitales y los principales medios de comunicación.

 

DC/ PHD Alberto López Núñez / @alopeznunez

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