Dayana Portillo Urdaneta fue la que llevó a la policía al lugar donde tenían enterrado a Luis Fernando Lambertínez. La mujer, detenida tras el secuestro del niño de 10 años, rompió el silencio que mantuvo por más de un mes y narró todo.
Fue una tía de Dayana la persona que escuchó el terrible desenlace de esta tragedia que tiene impactado al Zulia.
Hace varios días, Dayana “confesó a una tía haber matado y enterrado a Luis Fernando”.
La mujer habló con su familiar en una visita que le hicieron al Comando del Grupo Antiextorsión y Secuestro (Gaes), ubicado en el estado Mérida, donde se encuentra detenida desde el pasado 14 de febrero.
Según una fuente extraoficial, Dayana fue delatada por su tía, quien avisó al Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalística (Cicpc) del crimen y del lugar donde estaba el cuerpo.
El cadáver de Luis Fernando fue hallado, la tarde del pasado lunes, en una fosa del cementerio municipal de Encontrados (Catatumbo).
La fuente detalló que fue Dayana Portillo “sin ayuda de nadie, la persona que asesinó al niño y además lo sepultó a escondidas en el camposanto surlaguense. Presumen que lo enterró en horas de la noche, para no ser vista por ningún trabajador del cementerio ni poblador cercano a este.
La data de muerte, al parecer, es de más de 30 días.
El Cicpc y la medicatura forense de la subdelegación San Carlos de Zulia solicitaron que se envíe, desde Caracas, a expertos, para realizar la identificación legal del cuerpo. Ayer dijeron que todas las muestras sean realizadas en Colón.
Esto ratificará, en los próximos días, si los restos encontrados son de Luis Fernando. Aunque, su madre, Beatriz Calvo, en medio de su dolor, reconoció a su hijo, por la vestimenta escolar.
El consulado de Colombia, con sede en San Carlos de Zulia, interviene con los cuerpos de seguridad que llevan el caso, aportando el apoyo y mediaciones, correspondientes entre ambos países.
Beatriz Calvo, en compañía de un hermano y una amiga, estuvo toda la mañana de ayer, en el Cicpc, a la espera de la entrega del cuerpo de su único hijo, para darle cristiana sepultura.
La madre, aparentemente, quiere enterrar a su hijo en Colombia.
Llorando, abrazada a su hermano, a Calvo solo se le oye repetir maldiciones para Dayana.
Dayana Portillo, el pasado 10 de febrero, fue por el menor al colegio La Esperanza, ubicado en El Tibú Norte. Bajo engaño lo subió a una camioneta y ambos desaparecieron.