La desconfianza de Pdvsa tumbó el plan inicial de Citgo

En esta columna en reiteradas oportunidades he comentado que en finanzas, la confianza y credibilidad son inclusive hasta más importantes que los números económicos en sí. Pero confianza y credibilidad se ganan con una gerencia transparente, eficaz y profesional.  Luego de leer el Balance de la Deuda Financiera Consolidada del 2014, el cual se puede obtener por la página web de PDVSA, y observar los acontecimientos de esta semana  respecto a la emisión de bonos de CITGO, lamentablemente se concluye que no hay transparencia ni profesionalismo en la misma, y ello ocasiona que sigan cayendo  tanto la confianza como la credibilidad de PDVSA en el mundo financiero mundial. No basta solo que KPMG, una reconocida firma de contadores mundiales, avale los números de PDVSA. Los números en sí mismos son los que deben hablar por sí solos. En el balance de la empresa conseguimos lo siguiente. Para el cierre del 2014 la deuda consolidada de PDVSA es de US$ 46.153 millones equivalentes, según ellos, a Bs. 834.446 millones. Esto  nos indica que el tipo de cambio que usó PDVSA para su contabilidad en el 2014 es Bs 18.08 por dólar.  No fue el de 6.3 ni el de 12 ni el de 50. Es un dólar distinto: Léase bien,  de 18.08 bolívares.
El número como tal no debe sorprender, porque resulta que PDVSA ahora puede vender dólares en las tres tasas. Lo que preocupa es que en ninguna parte del documento indica cuánto fue a 6.30 y cuánto a SICAD I y cuánto a SICAD II. Peor aún, si para PDVSA su tasa de cambio es 18.08 y siendo esta la principal empresa del país y motor de la economía, cada vez que alguien del Gobierno diga que la tasa verdadera del cambio en Venezuela es 6,30 está mintiendo descaradamente. El impacto de lo que ejerce PDVSA en la economía es determinante. Y de allí se deriva lo demás.

En el mismo balance nos encontramos que el 28 de Octubre del 2014, PDVSA emitió un bono  por US$ 3.000 millones con vencimiento 2022 y cupón del 6% que el BCV compro en su totalidad al 100% en colocación privada. Esta emisión sale a luz pública solo gracias a este balance. Porque en el momento de la emisión nada se conoció.  Además de las sospechas que genera este tipo de comportamiento, si el BCV saliera a vender ese bono hoy en el mercado secundario, le darían no más del 40%; es decir el BCV se está tragando en sus balances una pérdida del 60% solo con el fin de asistir y ayudar con dinero a PDVSA. Además, los mercados internacionales habían entendido, según declaraciones de Nelson Merentes y Rafael Ramírez a mediados del 2014, que esa perversa política de emisiones privadas de PDVSA al BCV había terminado. Pues no fue así.

Este balance de deuda financiera consolidada, sospecho, fue publicado para demostrar que la deuda consolidada de PDVSA que incluye a todas las filiales, inclusive CITGO, llega a US$ 46.153 millones, lo cual ciertamente es un número manejable, y se publicó, digo, con miras a futuras emisiones de deuda. Esta, mi sospecha, se convierte en  hecho cuando conocimos, como escribí en mis dos últimas columnas, que CITGO busca endeudarse por US$ 2.500. Plata que irá destinada a PDVSA en calidad de dividendo extraordinario.

Este plan parecía fácil para los asesores de PDVSA y CITGO. Sin embargo, esta semana se conoció que el apetito por la deuda de CITGO fue muy bajo, lo cual produjo que la empresa mejorase las condiciones de la emisión. La tasa del rango del 8-9% ahora deberá estar en mínimo un 12%, y las garantías que antes eran el 49% de las refinerías y el 100% de los activos no medulares, ahora será 100% de toda la compañía. Lo había adelantado konzapata.com: CITGO está siendo hipotecada. Ahora se confirma.

Estos cambios en las condiciones son consecuencia, en primer lugar, de lo explicado arriba: la falta de transparencia de PDVSA. La empresa es una caja negra en la que nadie confía. En segundo lugar, la emisión en sí misma, su perfil. Recordamos que CITGO creó una empresa en menos de 15 días: CITGO Holdings. Era esta la encargada de emitir la deuda. Con la holding se  separaban los activos rentables (refinerías) de los no rentables. Esta idea que suena creativa, los mercados no se la compraron por lo que no quedó otra opción que pagar un cupón  más alto y poner más garantías.  Lo decía un banquero en Londres, en privado: los asesores de CITGO han sido creativos. Mi duda es si el mercado de comerá el cuento del holding. Pues tuvo razón el banquero. El mercado rechazó el prospecto.

La falta de transparencia se confirma en otro detalle. No es casualidad que al cierre de esta columna, no se consiga ningún tipo de información oficial de CITGO, ni anuncios de road show de la emisión; toda la información es obtenida por cadenas de noticias como Reuters y Bloomberg con la coletilla de  que “informó una fuente que no puede ser identificada”. No criticamos a las agencias, que poseen alta credibilidad en los mercados. Criticamos a PDVSA y a sus voceros.

Al fin se puede concluir que  PDVSA es una caja negra en la que pocos manejan la información. Tal situación origina mucha incertidumbre y como la información es dinero, muchos operadores se han enriquecido manejando operaciones y transacciones. Veamos cómo termina el tema de la emisión de CITGO. Mientras, alguien le debería preguntar a la gerencia de PDVSA, ¿por qué el tipo de cambio que usan en su balance es 18.08 Bs por dólar?

DC | Konzapata

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