Fronteras de Decisión. Parte final, por Raúl Parra

Dios diseñó fronteras o límites saludables a la hora de tomar tus decisiones, para que no las fundamentaras en sentimientos, emociones o la presión popular y de otras personas; sino en convicciones sólidas que te eviten heridas, años de dolor y hasta la ruina de tu propia vida.

 

En la primera entrega analizamos la primera de cinco fronteras (¿Estoy totalmente convencido de que es correcto lo que haré?). Hoy echaremos un vistazo a las otras cuatro:

 

¿Haré tropezar o caer a otros?

 

Jesucristo nos hace libres, pero no para hacer lo malo. Ser libre en Cristo significa ser responsable. Algunas de tus acciones pueden parecerte correctas, pero podrían herir o sorprender a otros que te observan. Un asunto donde tú eres fuerte, puede ser demasiado para los débiles que te están mirando o siguiendo. Sin embargo, tengan cuidado de que su libertad no se convierta en motivo de tropiezo para los débiles. (1)

 

Tú puedes ser de autoestima sólida y te resbala que te digan feo, pero quizás al que está a tu lado sí le afecta o desalienta escucharlo. Un hombre que pretendía ser considerado con su esposa le dijo –Mi amor, tú tienes solo dos defectos… –¿Sí? ¿Solo dos? ¡Son pocos!, y ¿Cuáles son?… –La cara y el cuerpo. No hagas tropezar ni desalientes ni avergüences a tu cónyuge. No hagas fraudes, ni chanchullos que establezcan un mal modelo a seguir a tus hijos. En todo lo que hagas, pregúntate: ¿Estoy haciendo tropezar o caer a otros?

 

¿Me edifica?

 

«Todo está permitido», pero no todo es provechoso. «Todo está permitido», pero no todo es constructivo. (2) ¿Qué libros lees? ¿Harry Potter? ¿Te edifica llenar tu mente de magia, hechicería y muerte? ¿Te es de provecho ver películas de terror, ocultismo y brujería? Las conversaciones que sostienes, ¿construyen o destruyen? Los amigos, los pasatiempos y programas de T.V. que eliges, ¿te acercan más a Jesús o te incitan al mal?

¿Me controla o yo lo controlo?

 

Israel Rubio, es el pesista venezolano que conquistó la primera medalla

para el país en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, rompiendo con 20 años de sequía de preseas venezolanas en Olimpíadas. Logró bronce no solo por sus méritos sino porque otro atleta había resultado antes ganador del tercer lugar, pero no pasó la prueba antidrogas. Y le quitaron el premio dándoselo a Rubio. Los estupefacientes controlaron a este atleta… «Todo me está permitido», pero no todo es para mi bien. «Todo me está permitido», pero no dejaré que nada me domine. (3)

 

¿Algo te domina? ¿Las drogas, el tabaco, las mentiras, la lujuria? Incluso puedes ser controlado por situaciones no necesariamente malas, pero que dominan tu vida y te apartan de Dios: las redes sociales, la lengua, el alcohol, Morfeo, los video-juegos, el gimnasio. Una señal de que estás siendo dominado es cuando dices: Yo no soy adicto, en cualquier momento puedo parar…

 

¿Qué haría Jesús?

 

Jesús dijo:…el hijo no puede hacer nada por su propia cuenta, sino solamente lo que ve que su padre hace,… (4) ¿Haces tú lo que ves a Jesús hacer? En esa decisión que debes tomar: ¿Qué haría Jesús en tu lugar? Cuando te piden mentir: ¿Qué haría Jesús en tu lugar? Hay papás que les dicen a sus muchachos varones que se acuesten con varias mujeres para que sean machos. Si tú eres ese adolescente, ¿qué harás? ¿Lo que dice tu papá o lo que haría Jesús? Puedes responderle con respeto: No necesito acostarme con una mujer para probar mi virilidad,…yo decido el sexo seguro: espero hasta el matrimonio

 

La medida del éxito según Dios no viene dada por cuánto ganas, cuántos títulos tienes o si ya posees el último celular del mercado, sino por: ¡Cuánto lo agradas a Él en todo lo que haces!

 

1 Corintios 8:9 (NVI) , 1 Corintios 10:23a (NVI), 1 Corintios 6:12 (NVI), Juan 5:19b (NVI)

 

DC / Raúl Parra / rlpt10@yahoo.es / @RaulParraT

 

 

 

 

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