Elecciones de vida Parte I

Hay elecciones vitales e impostergables que tu ser interior y tus relaciones con otros demandan.

 

Un líder insigne en las Escrituras Sagradas, Moisés, desafió a la nación de Israel en un momento de definiciones (como el que quizás te juegas en  este tiempo), diciéndoles: »…te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Elige, pues, la vida, para que vivan tú y tus descendientes.  Ama al Señor tu Dios, obedécelo y sé fiel a él, porque de él depende tu vida,… » (1) Elegir la vida significa tomar cuatro decisiones vitales:

 

El Manual: Chequéalo

 

Solemos comprar artefactos o dispositivos electrónicos y activarlos sin leer el manual de instrucciones. O viajar por tierra y entrar a parques temáticos sin consultar el mapa para llegar al destino. Y no es sino hasta que nos perdemos cuando nos detenemos a preguntar, a estudiar el mapa o a verificar qué dice el GPS. Igual ocurre en la vida espiritual: Cuando tienes el agua al cuello y suplicas: ¡Dios Ayúdame! Él te dice: Te he ayudado, te he hablado, chequea el Manual de Instrucciones, este es el mapa y la linterna del viajero. Un salmista oró diciendo: Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero. (2) ¿Cuándo fue la última vez que consultaste tu Manual para la vida, las Escrituras Sagradas, la Biblia?

 

La Verdad: Persevera en ella

 

Obedece las verdades básicas que conoces. Antes de ir a las letras XYZ, camina primero el ABC de la vida. Un ABC del fútbol es que si un jugador se encuentra más cerca de la línea opuesta que el balón y el penúltimo adversario, el árbitro declara posición adelantada. ¡Y qué frustrante si ya había incrustado el balón en la red! En la vida saltar el ABC o hacer las cosas al revés ¡suele pasar factura de frustración!

 

¿Cuál es el ABC de una vida fructífera y próspera? Permitirle a Dios gobernar tu vida constantemente. La perseverancia significa larga obediencia en la misma dirección ¿Perdiste la dirección porque no obedeciste? Acógete a las palabras del doctor Pablo:…olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece. (3) En una palabra: ¡Persevera! Haz las pequeñas cosas y tendrás como fruto las grandes.

 

El Espejo: Aprende de la vida de otros

 

Y cúrate en salud. Observa a quien se droga o bebe desmesuradamente: su vida pende de un hilo. Quien hace trampa en los exámenes no es fiable, ni llega lejos. Quien observa películas XXX (y no por amor al séptimo arte) tiene su mente llena de porquería.

 

Pero quien estudia obtiene buenas calificaciones, quien se disciplina con las horas llega temprano, quien abraza la fe en Cristo y lo obedece prospera. Alguien me dijo una vez: Yo tengo que aprender a fuerza de golpes… ¿Sabes que la forma de aprender también es una elección? No elijas un método a fuerza de porrazos (aunque ellos sean enseñadores potenciales). Elige aprender desde la sabiduría de las Escrituras y viéndote en el espejo de los obedientes y desobedientes: El prudente ve el peligro y lo evita; el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias. (4) La elección del espejo te ahorra sufrimiento, porque es aprender antes del dolor. El próximo domingo veremos la última elección de vida.

 

Deuteronomio 30:19b-20a (NVI) , Salmos 119:105 (NVI), Filipenses 3:13b-14a (NVI),  Proverbios 22:3 (NVI)

 

DC / Raúl Parra / Pastor / rlpt10@yahoo.es / @RaulParraT

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