Más gasolina de contrabando que agua en zonas de La Guajira

Un galón de gasolina comprado en la carretera a los «pimpineros» de La Guajira vale entre 3.500 y 4.000 pesos. Si se compra en estaciones de servicio cuesta el doble, informa Caracol.

Esta diferencia da pie para que centenares de personas prefieran el combustible importado ilegalmente desde Venezuela y que se vende en «pimpinas», viejos recipientes de combustibles sin ningún tipo de seguridad, pero que son el sustento de muchas familias.

«Aquí en La Guajira hoy hay más gasolina de contrabando que agua», dijo con tono sarcástico un hombre que vende combustibles sobre la carretera y que no quiso dar su nombre, porque, dijo, «vienen las autoridades y me levantan».

Este personaje se pasa todo el día con una pimpina vacía haciendo señas a los carros que transitan por la carretera. En territorio de Magdalena, esta práctica todavía es reservada, pero al entrar a La Guajira ya se hace abiertamente e, incluso, muchos pimpineros tienen vistosos letreros o pintaron las fachadas de sus humildes casas con avisos de «gasolina» o «ACPM».

La práctica es muy peligrosa, porque la gasolina soporta las altas temperaturas de la región, pero el pimpinero dice que «eso no es problema, pues los galones permanecen con las tapas abiertas para que salgan los gases y así no explota.

Un comprador dice que «es una costumbre de La Guajira y de muchas partes de frontera. El Gobierno no ha querido traer gasolina legal a precios razonables y entonces no nos queda más que acudir al contrabando, afirmó Leonardo Marín, el conductor de un pequeño vehículo que estaba «tanqueando» con estas pimpinas.

Señaló que a su carro, bien lleno, le caben dos pimpinas, que cuestan unos 35.000 pesos «o menos, porque a veces la negociamos», mientras que en la estación del servicio vale por lo menos el doble.

Las autoridades hacen operativos frecuentes para frenar este ilícito negocio, pero el tema ya se volvió social, pues es la fuente de sustento de miles de familias de la región, que no tienen otra forma de trabajo, entre otras cosas, porque la sequía está acabando con el campo.

Fuente: Caracol.com.co