«Moñoño» León, el árbitro más respetado de la Lvbp

Cuando sale aquel hombre calvo, moreno, de abdomen protuberante con su mascareta en la mano, peto y chingalas bajo el pantalón, ya todos saben que no habrá problemas detrás del home, porque Henry León será el umpire principal. Y es que digan lo que digan “Moñoño”, como lo llaman, es quizá el árbitro más respetado de la Lvbp.

¿A qué se debe su autoridad en el beisbol?

Estar actualizado, demostrarlo y mantenerlo es lo que te hace crecer. Todos me tratan con cariño, pero cuando me uniformo somos pelotero-árbitro. No es lo mismo tener autoridad que abusar de ella.

¿De dónde proviene el nombre de “Moñoño”?, porque así es como todo el mundo lo conoce a usted.

Eso viene de la época cuando yo jugaba baloncesto. Primero fui monitor de basquetbol, de eso me gradué. En la época de los Interliceístas en Maracaibo, en el Andrés Bello había un muchacho a quien llamaban así. Yo estudiaba en el Udón Pérez y ambos éramos igual de malucos en todos los aspectos. El que formaba los zafarranchos y las tremenduras. Entonces me pusieron “Moñoño II”, porque jugaba básquet y hacía travesuras también.

¿Cómo comenzó “Moñoño” como umpire?

Te voy a decir cómo comencé. Mi vida en el arbitraje ha estado llena de casualidades. Yo estaba en mi casa, descansando, y había un muchacho que era como mi hermano, llamado Alfonso Venegas (interrumpió el diálogo y aguantó por varios segundos las ganas de llorar). Él era árbitro de beisbol. Entonces me dice: “Moñoño, vamos para el CUM”, el Colegio Universitario de Maracaibo. Cuando llegamos allá no estaba el otro árbitro. Todo lo que yo había jugado era pitcher y catcher. Así que yo conocía la zona de strike. Yo trabajaba como soldador en el Fimes. Me paraba a las 7 de la mañana y trabajaba como compresorista, hasta las 3 de la tarde. Me ganaba 300 bolívares de los viejos. Ese día, me dice Alfonso que lo acompañe y me fui. Entonces me dice: “Moñoño, no ha llegado el otro árbitro. ¿Vos sois capaz de arbitrar?”. Yo le dije que sí. Y le pregunté “Cuánto es el Esteban”. Me dice: “65 bolívares”. Le dije: “Pero me dais la bolsa y yo voy por home”. Hice ese jueguito de softbol. Sin problemas, y me dieron mis 65. Cuando termina el juego me piden que me quede para el otro. Me gané 130 desde las 7 de la noche hasta las 10 de la noche. En el otro trabajo me ganaba 300 de lunes a viernes de 7 de la mañana a 3 de la tarde. Dije: “¡No trabajo más!”. Y me dedique a esta labor, porque ganaba más. Fue por dinero.

¿Quién lo lleva a usted al profesional?

Un domingo estaba yo de árbitro en un estatal y cuando me voy a echar para descansar me van a buscar. “Mirá, que te vais para el Luis Aparicio”. Allá jugaba Zulia contra La Guaira, recuerdo. “Que vas a trabajar en home”, me dijeron. ¿Sabes quién era el catcher del Zulia ese día? El mánager de los Yanquis, Joe Girardi. Eso fue en la 88-89. Fui el primero en debutar en home en el beisbol profesional.

¿Pero por qué ese día?

Porque el umpire grandeliga Ángel Hernández creía que al pelotero que botaban lo suspendían al día siguiente, pero ese jugador estaba en el lineup al día siguiente y él se negó a salir. ¿Viste? Casualidades.

DC/Últimas Noticias

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