Doblete de Alex González dejó en el terreno a Caribes

Leones del Caracas ha tenido que recurrir en los últimos dos días a los históricos. Primero a Henry Blanco en Maracaibo, ayer a Bob Abreu y Álex González en el estadio Universitario. Ambos supieron encontrar la debilidad del pésimo pitcheo de los Caribes de Anzoátegui y con un racimo de cinco anotaciones en el 9º inning los dejaron el terreno 14-13.

Los visitantes estuvieron arriba todo el partido. Ramón Ramírez había lanzado una joya, Alfredo Pedrique hacía los movimientos, después de sacar al derecho, pero al final ninguno de sus relevistas pudo hacer el trabajo. Entre el 8º y el último tramo, el estratega portocruzano tuvo que utilizar a siete lanzadores para sacar cinco outs. Inclusive tuvo que tarer a Pedro Rodríguez a que sacar cinco outs. La fatiga lo arropó, había lanzado 10 veces en 16 días y no pudo rematar la faena.

Ninguno de los bomberos del Neverí tuvo mordiente. Nadie hizo el trabajo. Álex Herrera (0-2) entró con la misión de sacar el último out del partido ante Abreu y este soltó un petardo que hizo delirar a algunas de las 15 mil 656 personas que ayer se dieron cita durante 5 horas y 17 minutos en el estadio Universitario. Los outs llegaron porque alguien tenía que fallar, no porque hubiera recursos.

Alex Serrano entró para lanzarle a González en el 9º. Le abrió con strike y lo tenía con la cuenta en 1-2, luego de tres fouls, el juego empatado, el derecho quiso lanzarle afuera, y el bateador le dejó caer el bate al séptimo envío que le hicieron. Doblete de oro. Bob Abreu arrancó a correr y en esprintada olímpica se deslizó en el home, para darle el triunfo a los metropolitanos que ahora están empatados con el Magallanes en el primer lugar de la tabla clasificatoria y esperarán descansando el desenlace de los dos juegos que se disputarán hoy.

«Los que siempre pelean, no se rinden, solo pueden ganar. Hemos demostrado que nunca nos rendimos», dijo Abreu exultante, una vez finalizado el compromiso.

La victoria fue para Miguel Soccolovich (1-0), quien también recibió castigo, pero era el lanzador de los avileños al momento de producirse el batazos ganador. Al momento del bombazo que cayó como una granada mortal por los predios de la derecha, la algarabía ensordeció el recinto. Pandemonio, emoción. Y El Comedulce, con el pantalón embarrado por la tierra del home, levantaba la mano victorioso. El triunfo era de ellos y la cima, el primer lugar, junto al Magallanes, también.

El partido fue de pésima calidad. El pitcheo en la Lvbpadolesce de herramientas, de recursos. Se va desparramado, por inercia. Así funciona. Ayer se utilizaron 18 lanzadores —10 por los Caribes—, se conectaron 32 indiscutibles; se otrogoraron 17 bases por bolas, a los visitantes les dieron 11 pasaportes. ¡Qué más se puede decir! Quizá la proxima tarea de estos equipos en este circuito sea buscar lanzadores a través de métodos poco tradicionales, porque ya los brazos de los relevistas no pueden más. Ayer quedó demostrado.

DC/ Últimas Noticias 

Foto: LVBP