Yo lo llamo ironía del turismo marabino

Quisiera que por favor hicieran un ejercicio mental conmigo. Imaginen que estamos en un viaje por el mundo y que vamos a conocer las cosas más importantes de cada ciudad que visitemos. Comencemos nuestro viaje por París, en dónde vamos visitar una de sus atracciones más interesantes y emblemáticas: El encendido de las luces de la avenida Champs Elisses.

Imagínese caminando por esa avenida, la cual por supuesto está abarrotada de gente que también va a pie, mientras que el resto de París colapsa porque por supuesto todo el mundo quiere estar en el encendido de las luces, que la verdad no tiene ningún mérito creativo o de ingeniería, después de todo son solo un mollejero de bombillitos que encienden y apagan y fueron hechos en china.

Continuamos nuestro viaje y nos vamos hasta Londres, la capital del Imperio Británico, y aquí da la casualidad que coincidimos con la inauguración de ExpoLondres, la cual por supuesto no nos podemos perder, porque aunque de Expo no tiene nada, ya que lo único que venden es aguardiente, celulares, carteras hechas en China y otro montón de cosas que podemos comprar en cualquier otro lugar y en cualquier momento, es super divertido caminar por sus pasillo estrechos, llenos de gente toda sudada debido al calorón, Porque no sé si Uds. lo sabían pero Londres es super caliente, en serio.

Bueno, ahora vamos hasta la maravillosa ciudad de El Cairo y en ella vamos a apreciar una de las siete maravillas del mundo moderno el Salam-A-Bil, un moderno y cómodo mall ubicado en pleno desierto, donde todo es caro y la verdad no hay realmente mucha variedad, pero epa, dentro tiene un puentecito donde es burda de fino tomarse fotos para ponerlas en Facebook.

Y para cerrar este maravilloso viaje con broche de oro quiero llevarles a conocer Maracaibo, una cálida ciudad que no tiene nada más turístico que ofrecer que su gente (Señora no se ría). En Maracaibo quiero llevarles a la Calle Carabobo, que realmente no es mucho más que unas casitas de colores pintorescos, pero donde ustedes podrán comenzar con muy buen pie un recorrido lleno de gente muy agradable en el corazón cultural de esta ciudad. Les recomiendo llegar de tarde, para poder entrar a las muestras culturales y apreciar las diferentes funciones que artistas itinerantes tienen para mostrar, luego al final de la tarde no se vaya, entre a alguno de los bares o restaurantes y relájese, escuche música, converse con los artistas que siempre asisten a estos lugares: bailarines, fotógrafos, plásticos, actores, en fin. Si le interesan los museos, pues pueden entrar a cualquiera de los tantos que tiene Maracaibo. Si le gusta conocer aún más de sus calles y de la gente, puede anotarse en una ciclovía y hacer un periplo guiado por gente común que simplemente disfruta de pasear en bici y de conocer gente nueva. Y si tienen suficiente tiempo yo los invito a entrar en la Ciudad Universitaria y atravesarla a pie, disfrutando de este inmenso parque con caminerías y lagos artificiales que sirven de marco a nuestra ilustre y centenaria Universidad. Si lo de ustedes es la música pasee sin temor por los locales nocturnos que tienen lo que usted quiera escuchar, desde gaitas hasta rock, jazz o ritmos alternativos. Maracaibo tiene todo eso y aún más.

Tal me he pasado de irónico en esta ocasión (Va pues, señora deje de reírse que es en serio) pero realmente creo que si podemos tener una ciudad turística y no estamos muy lejos de ello. El único problema hasta ahora es que no estamos apuntando hacia donde realmente está el potencial: hacia la gente.

 

Entérate al instante de más noticias con tu celular siguiéndonos en Twitter y Telegram
Suscribir vía Telegram

Lea también

Le puede interesar además

Loading...