Hacer cambios en las rutinas del hogar ayuda a reducir la obesidad de los niños

Hacer pequeños cambios en las rutinas del hogar, como limitar el tiempo delante de la televisión y aumentar el dedicado a dormir, puede ayudar a minimizar el exceso de peso de los niños con alto riesgo de obesidad, según una nueva investigación.

«Al mejorar las rutinas dentro del hogar se redujo el riesgo de la obesidad infantil», afirmó la investigadora del estudio, la Dra. Elsie Taveras, jefa de pediatría general en el Hospital General Pediátrico de Massachusetts, en Boston.

«Pudimos mejorar el tiempo dedicado a dormir (y) reducir el tiempo que pasan viendo la televisión, y pudimos demostrar que en el grupo de intervención, los niños tenían una tasa menor de aumento de peso», afirmó Taveras.

«Para cuando los niños cumplen los 2 años de edad, vemos que las tasas de obesidad son más altas en las familias con menos ingresos y pertenecientes a minorías raciales y étnicas», señaló Taveras.

Tanto la falta de sueño como pasar demasiado «tiempo delante de la pantalla» están vinculados con la obesidad infantil. De modo que Taveras deseaba ver si hacer unas modificaciones sencillas en las rutinas del hogar podría provocar algún cambio.

Su equipo contó con 121 familias con hijos de 2 a 5 años de edad y asignaron a la mitad a hacer estos pequeños cambios con la ayuda de «consejeros de salud», que realizaron unas pocas visitas a la casa y unas llamadas telefónicas. A las otras familias se les proporcionó información sobre el desarrollo infantil, como, por ejemplo, jugar con un niño o una niña a fin de prepararle para ir a la escuela.

Casi la mitad de los niños ya tenían sobrepeso para su edad y sexo, anotaron los autores del estudio.

Después de seis meses, los niños del grupo de intervención dormían aproximadamente tres cuartos de hora más por la noche y veían la televisión una hora menos los fines de semana, según el estudio publicado en línea el 9 de septiembre en la revista JAMA Pediatrics.

Los cambios que hicieron las familias eran sencillos, indicó Taveras. Para animarles a dormir más, los padres podían dar a sus hijos un baño caliente o leerles un libro antes de dormir, lo que aclimata a los niños a la rutina y al tiempo que pasaban en la cama de forma constante. (Los expertos afirman que los niños de 2 a 5 años de edad necesitan dormir 11 horas o más para descansar bien.)

DC/ HealthDay

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