Industrialización hará crecer la Gran Misión Vivienda Venezuela

El Ejecutivo apuesta a esta idea y trabaja para concretarla. Ya ha ha instalado cuatro fábricas que en conjunto tendrán una capacidad de generar 150.000 casas al año.

«La industrialización es necesaria para elevar la capacidad de producción», dijo en días pasados el ministro para la Vivienda y Hábitat, Ricardo Molina, durante un debate sobre la política habitacional del Estado, que se realizó en el Museo de Arquitectura, en Caracas, que reunió a consejos comunales y expertos de la ingeniería y la construcción en el país.

Tres fábricas, incluida una instalada en el estado Anzoátegui, que elabora combos para la edificación de viviendas a partir de la recuperación de tubos petroleros, se basan en estructuras metálicas y suman una capacidad de 60.000 casas al año, mientras que una cuarta, levantada en Carabobo gracias a un convenio con Colombia, puede crear 90.000 unidades habitacionales de polietileno expandido con malla electrosoldada, puntualizó el mes pasado el viceministro de Industrias, Yuri Pimentel.

Adicionalmente, trabajan en la duplicación de las capacidades de la planta anzoatiguense.

La concepción de la GMVV prevé llegar a las 400.000 casas por año, un salto enorme de las 40.000 que, en promedio, se construían en el país en gobiernos anteriores. Hasta ahora, se han edificado más de 390.000, desde el inicio del ambicioso plan, en abril de 2011.

En el evento en el Museo de Arquitectura, Molina indicó que una vez que se alcance esta capacidad instalada y se logre cubrir la meta, de tres millones de viviendas, habrá posibilidades de sobra para atender el crecimiento natural de las familias, que supondría unas 120.000 unidades habitacionales al año, con lo cual posteriormente se podrá apuntar a impulsar la construcción fuera de nuestras fronteras. «Hacia allá vamos», indicó.

En este proceso de crecimiento también es vital el aporte del sector académico. Por ello, el ministro invitó a los universitarios a plantear propuestas que impulsen la producción habitacional, en elaboración de prototipos, equipos de construcción, maquinaria para materiales, nuevos materiales y aportes en líneas productivas existentes.

En ese sentido, la semana pasada, el presidente de la República, Nicolás Maduro, aprobó un plan destinado a fortalecer las capacidades de las universidades para el desarrollo científico y tecnológico, con el cual el Gobierno busca incorporar a las casas de estudio en la lucha por el progreso del país. Justamente, una de las áreas en las que se enfocará esa generación de conocimientos es la de vivienda, junto con el desarrollo agroalimentario, energía eléctrica y paz, seguridad y convivencia.

La respuesta: el socialismo

Al anunciar la GMVV, el comandante Hugo Chávez ratificó que sólo en socialismo se puede dar respuesta a la necesidad de millones de venezolanos de tener un techo digno. Esto implica que la casa debe dejar de ser vista como una mercancía, con valor de cambio, para apreciarse como un elemento que suple una necesidad.

Para el viceministro de Planificación y Políticas del Sistema Nacional de Vivienda y Hábitat, Nelson Rodríguez, las claves del éxito de la Gran Misión son la planificación y la participación del pueblo organizado, responsable de 60% de las casas que se edifican.

En la actividad en el Museo de Arquitectura, precisó que actualmente se dispone de 21.010 hectáreas de terrenos con capacidad para construir 525.250 viviendas. La disponibilidad de predios es posible a través de leyes dictadas por Chávez, que eliminaron el elemento especulativo en su adquisición y ordenaron la disposición para vivienda de los espacios ociosos o subutilizados.

Rodríguez destacó, además, que el ministerio, uno de los ejecutores de viviendas del programa (se incluyen también gobernaciones, alcaldías, Petróleos de Venezuela (Pdvsa), la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, entre otros) se enfocó en diseñar prototipos de edificios, con óptimo aprovechamiento de los materiales, a fin de agilizar la construcción.

Los criterios también abarcan generar muchos espacios comunes: plazas públicas, locales socioproductivos, estacionamientos compartidos, entre otros.

Otro ejecutor importante está representado en las empresas extranjeras, a través de los convenios internacionales. Por ejemplo, la Ciudad Tiuna, que se levanta en el Fuerte militar Tiuna, en Caracas. Allí, la empresa china Citic edifica 13.304 unidades habitacionales, pero también hay convenios con Rusia y Bielorrusia, para un total de unas 23.000 viviendas.

Datos

El Registro Nacional de Vivienda, aplicado en todo el país al inicio de la Misión para determinar el tamaño y la ubicación de la demanda, arrojó tres millones 742 mil 226 inscritos. De ellos. Dos millones 753 mil 159 requieren casas nuevas; 646.596, remodelación; 311.631, ampliación y unos 30.000, regularización de la tierra.

Se han dispuesto más de 87.000 millones para el desarrollo del plan.

El titular de la cartera de Vivienda y Hábitat precisó en el debate que en la Gran Caracas se necesitan, de acuerdo con el Registro, 246.000 casas. Ya se han concluido cerca de 27.000.

Unas 27.000 familias que habitaban en refugios tras perder sus casas por las lluvias ya cuentan con sus nuevos apartamentos.

Molina explicó que las unidades habitacionales se asignan mayoritariamente en función del Registro, al tener en cuenta las necesidades de la gente. También hay porcentajes que son seleccionados por los órganos distritales y el Órgano Superior para cubrir casos especiales como personas con problemas de salud o en situación vulnerable.

La Gran Misión garantiza transparencia. «Nadie paga un bolívar hasta que firme el documento de compra-venta», puntualizó el ministro.

Quienes tengan asignado un urbanismo, deben constituir asambleas de viviendo-venezolanos, con el fin de que se conformen en comunidad desde que se inicia el proyecto. 

 

DC/AVN

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