La acción de la mujer fue totalmente premeditada, drogó a su ex esposo antes de atarlo y seccionarle el pene.
Un abogado de Kieu, nacida en Vietnam, argumentó en el juicio que la acusada había sufrido abusos sexuales cuando era una niña que la dejó con estrés post-traumático. Sentía arrepentimiento por la agresión, dijo.
Después de escuchar la sentencia, la víctima – identificada sólo como «Glen», dijo que ojalá el juez hubiera aplicado una sanción más dura, según City News Service.
«En lo más profundo esperaba una sentencia más dura, pero dadas las restricciones de la ley es lo que tenía que hacer», dijo.
DC/ Reuters