JOSÉ CIRILO, EL POLLO Y EL DESABASTECIMIENTO

Son variadas, las razones que causan esta situación tales como el control de precios, el aumento del consumo por la circulación de dinero en la calle, poca producción nacional, excesiva importación y por supuesto la especulación. Todo eso pasa en el país. En el Zulia y particularmente en Maracaibo, vivimos en zozobra, de cola en cola, de supermercado en supermercado, de abasto en abasto, de mafia en mafia, como si fuéramos culpables de la ineficacia gubernamental.

Por su parte, el gobierno señala que es culpa del acaparamiento, la especulación, o del bachaqueo. Para los empresarios es culpa de la importación, de la inflación, de las expropiaciones, del poco incentivo a los productos nacionales. En realidad, se utiliza criminalmente a un sector de la etnia wayuu, violentando sus costumbres, su cultura, sus hábitos ancestrales para colocarlos al escarnio público  al ser utilizados por mafias organizadas quienes les cancelan un monto diario (no mayor a Bs. 200), para el hormigueo de productos desde los centros de distribución y venta hacia lugares de acaparamiento. Entonces, no es solo culpa de los paisanos quienes invadidos por la necesidad, el ocio, el desempleo se dejan persuadir por esa práctica delincuencial, sino por mafias enquistadas por todas partes.

El drama social de los maracaiberos se refleja todos los días en busca de alimentos para el sustento. Como ejemplo, muestro la narración de un vecino de a pie, José Cirilo jubilado del IVSS que salió a buscar pollo, en compañía de dos hijas y la comadre. Se levantaron a las 3am, desde un sector popular de Maracaibo oeste, a las 4am, no pudieron salir porque comenzó una lluvia, pero de balas por el enfrentamiento entre malandros del barrio. Pudieron salir a las 5am, el Bus se hizo esperar, llegaron al mercado a las 7am, donde se anunció que había pollo, y quedaron de número 545 en la cola. El mercado del gobierno abrió a las 8:30am, ya había en el lugar 1.567 personas en cola, los custodios anunciaron a las 9:30am que solo se abastecería el pollo para 1.000 personas porque se había ido la luz, imagínense la que se armo.

José Cirilo y su prole, comenzaron a preocuparse, el sol les quemaba el rostro, sin desayuno el malestar los invadió, la sed era interminable, para colmo un pleito de mujeres vivitas, que se quería colear terminó en una turba de masas, una de las hijas de José Cirilo la golpearon con un objeto contundente en la cara, a la comadre la tumbaron unos tipos corriendo para la puerta del establecimiento, y este en la huida para protegerse, casi lo atropella un vehículo del transporte público. La llegada de las autoridades termino el conflicto, se despacho por orden del oficial de la comisión de la FANB solo las primeras 300 personas y punto. José Cirilo y su prole, tuvieron que volver a casa sin los pollos, ya eran mas de las 12 del mediodía, decidió fiar un kilo de carne molida en el abasto del barrio y esperar el anuncio de donde hay pollo y se pregunto: “Donde queda eso”.

El drama de José Cirilo, es el mismo que vivimos la mayoría de los venezolanos, es el modus vivendi de todos, menos de los enchufados del gobierno, quienes han convertido al Estado venezolano en un sistema que lo único que ha traído al país es Hambre, Miseria y atraso. El pueblo, igual que José Cirilo está harto, pero de desprecio, maltrato, inseguridad, apagones y Desabastecimiento.

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