Yo lo llamo ironía solidaria

En primer lugar no se pelaron ni un comentario en cada uno de los estados que nuestro amigo ponía para dar detalles de su salud y de cualquier detalle que considerara valía la pena compartir. Por ejemplo, si necesitaba de donantes de sangre él publicaba sobre a donde se podían dirigir las personas que quisieran colaborar. De inmediato aparecían 750 comentarios de personas que no podían donar porque les dio gripe chiquitos, o les salió una espinilla en la frente ese día, o porque la hermana de la comadre de la tía de su vecina escuchó decir que si donas sangre con luna llena después se les cae… el ánimo. En fin.

Otra cosa en la que la gente de Facebook se lució fue en responder preguntas específicas con respuestas que no tenían nada que ver con la pregunta original. Algo así como:

El Muro de mi amigo:

Quien tenga caramelitos de menta o conozca a alguien que los venda (a dólar de CADIVI) por favor comuníquese conmigo.

Las mejores respuestas fueron:

1.      Épale chamo, me enteré que estás jodío y que tienes a la pelona sentada en la esquina de la cama. Que vaina. Y mira, será que me das el teléfono de tu geva, vos sabéis, todo queda entre panas.

2.      Hola amiguito, no te veo desde el colegio, no sé nada de tu vida, y realmente me tiene sin mucho cuidado, pero de repente creo que esta líneas totalmente fuera de lugar te van a subir el ánimo. Y ya sabéis: El tiempo de Dios es Prefecto, los caminos de Señor son guavinosos, lo que pasa siempre es lo mejor, a menos que te enferméis y todos los refranes populares y refritos que se me ocurran. Besitos.

3.      Chamo yo no tengo caramelos de menta, pero mi vecina que es vidente y se comunica con los extraterrestres me dijo que te jugaras el 33 con el signo Virgo. Por cierto ¿Y para qué necesitas esas pastillas? ¿Estais enfermo?

Afortunadamente mi amigo se está recuperando, gracias a su esfuerzo y coraje, y también al apoyo de su familia y amigos. Especialmente de los amigos que saben que con sólo buenas intenciones, buenos deseos y buenas vibras no se llega a ninguna parte. Si la gente se curara así de fácil llevarían a todos los enfermos al Pachencho Romero para que les hicieran barra hasta que se levantaran de la cama y andaran.  Y la cosa no se queda ahí, porque simplemente opinando y diciendo lo que se nos ocurra tampoco funciona para arreglar este país.

Como solía decir un antiguo maestro: A mover las manitos, pues.