Testigos usaron palos, botellas y piedras para agredir el vehículo, pero el chofer en lugar de detenerse retrocedio, arrollando a Bayasa por segunda vez, y terminó poniendo el carro en marcha nuevamente, por lo que el carro paso nuevamente sobre el cuerpo de infortunado; luego de eso escapó.
Los testigos llevaron al hombre al Hospital General del Sur, pero llegó sin signos vitales. Rafael Bayasa trabajaba como albañil y dejó tres hijos.
DC