La “gran minoría”, reclamamos los derechos legítimos de una sociedad moderna que exige mejores condiciones de vida y más posibilidades de triunfos; en una Venezuela que recibe el Estado, millonarios recursos del petróleo de todos.
Así, viéndolo desde esta expectativa, logramos entender que la Venezuela de hoy, de todos los colores no desean pernotar en el tiempo sino, seguir en el proceso social viviendo mejor y asegurando a nuestros hijos un futuro cierto y seguro. Por lo demás, las necesidades sociales de equidad, responsabilidad, apoyo, justicia y solidaridad deberán entenderse para todos los ciudadanos de cualquier matiz político, pero son las instancias de gobierno las que deberán dar primero el ejemplo.
Al estamento político, en una regiones más y otras menos, gobernadores y alcaldes, legisladores y concejales, a la misma MUD o Polo Patriótico, deberán de entender que el mensaje del pueblo, no es más que la esperanza y la certeza de requerir del país que los oiga y los entienda. Lo cual, nos indica que la conexión neurolingüística está fallando en ambas direcciones.
¿Qué hacer entonces?, además de una discusión común, en la evaluación del rol que realizamos y como lo realizamos dentro del deber ser de la política nacional. Venezuela demanda una reingeniería, no solo de una parte sino de todas. La que denominamos democrática tiene que hacer un gran esfuerzo, a pesar que algunos sobreviven jugando a perder elecciones presidenciales.
Son momentos de excelente reflexión; gobernaciones y alcadías vienen a darle el toque definitivo a un proceso que lo está ganando la “gran minoría”, es de pensar entonces que el esfuerzo es apremiante para esta mitad del país que no obtuvo los votos suficiente y requiere del piso para el futuro cercano a nivel nacional. Pero entonces, ¿cuál es el meollo del asunto, que nos perturba?
En uno de estos tantos, nos orienta, Nitu Pérez osuna en el Diario el Universal afirmando; “También percibí, como fueron apartados los Adecos, Copeyanos, incluso gente de PJ, candidatos a alcaldes y gobernadores, como candidatos presidenciales y muchos que fuimos radicales defensores de las libertades ciudadanas a los largo de estos años”. Ignorados sectores que fundamentan la vida en sus opiniones y acciones son ignorados y menospreciados.
A esto le incluimos, el continuismo aberrante, la falta de inclusión, ausencia de respeto a los aliados y a los ciudadanos en general, la falta de transparencia en lo regional y lo local, la complicidad de algunos factores, la falta de de coherencia en la administración de los recursos, la impunidad política en las acciones de nuestros representantes, el afán de riqueza y la falta de respuesta e interés real a verdaderos problemas de las regiones. Este es la base piramidal del problema, lo que nos llevara a abordarlo más temprano que tarde.