Vigilante denuncia a PNB por abuso de autoridad

“Yo lo que quiero es que me entreguen el cadáver de mi muchacho para enterrarlo”, expresó un vigilante y albañil, quien era el padre del adolescente de 17 años que pereció en un tiroteo con oficiales de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) en Barcelona.

El sereno estaba frente al anfiteatro forense del hospital Luis Razetti, cuando declaró a los medios de comunicación que su hijo no baleó al funcionario de la PNB, Samuel Santoyo Guarema, de 24 años.

El policía recibió dos tiros en la cabeza que, al parecer, le efectuaron dos atracadores de la banda “los comehuevos”, a las 6:00 am del pasado miércoles, en la avenida 1 de la urbanización Tronconal III.

El funcionario fue herido de gravedad cuando se desplazaba en su moto Horse, color azul, junto con un compañero de armas, cuyo nombre no fue suministrado, quien salió ileso en el atentado.

El par de sujetos se adueñó del vehículo de dos ruedas que después fue recobrado por una comisión de la PNB, en el barrio contiguo El Esfuerzo.

Después de las 6:00 pm del pasado miércoles, el adolescente fue muerto en un supuesto enfrentamiento registrado en el sector Buena Vista de la mencionada comunidad.

Los residentes denunciaron que en el despliegue del operativo, los funcionarios maltrataron física y verbalmente a los ciudadanos, y retuvieron a unos muchachos que tienen buena conducta.

De presuntos excesos habló también el oficial de seguridad, quien afirmó que el miércoles 6 su hijo se entregó, pero los policías le pegaron dos balazos en el tórax. Dijo que lo agarraron vivo, pero llegó muerto al Luis Razetti

“Los funcionarios de la PNB me dieron dos cachazos en la cabeza. Un policía moreno y feo me robó el teléfono celular. También empujaron a mi hermano, un taxista retirado que está enfermo”.

El vigilante admitió que tras una discusión, su hijo ultimó a un muchacho en la urbanización  Boyacá IV.

“Él estuvo recluido en el albergue Antonio Díaz del barrio Rómulo Gallegos, de donde se escapó hace unos cinco meses”.

-¿Usted pide justicia?

– No. Yo lo que quiero es que me entreguen los restos de mi muchacho”.

El señor pidió hablar con la fiscal XIX Evelis Muñoz, cuando se apersonó en la morgue para presenciar la prueba de ATD que le practicaron al cadáver del jovencito.    La representante de la vindicta pública le da curso a la averiguación del deceso del adolescente que pereció en un caso de supuesta resistencia a la autoridad.

DC|Eltiempo

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