El escaneo del iris como forma de reconocimiento biométrica no recibe mucha atención como el escaneo de retina o huellas digitales, pero tiene muchas más ventajas. El iris no cambia con el tiempo, como lo hacen las huellas digitales, no hay necesidad de contacto físico para realizar el escaneo, y es difícil de engañar con la utilización de cirugías u otro tratamiento médico. Además, existe otra gran ventaja: puedes llevar un escáner de iris en tu propio bolsillo o en la palma de tu mano.