Pese a las regulaciones internacionales y estadounidenses que requieren que se hagan controles a los pilotos comerciales sobre su salud mental, pilotos y expertos en seguridad señalaron que en la práctica se realizan pocas comprobaciones y de escasa eficacia.
“Si tienes un problema mental, desde luego no se lo dirías a tu médico de vuelo”
El siniestro del vuelo 9525 de Germanwings, estrellado contra los Alpes y en el que murieron las 150 personas que iban a bordo, ha planteado dudas sobre el estado mental del copiloto.
En Estados Unidos la Administración Federal de Aviación (FAA) requiere que los pilotos pasen una revisión médica con un doctor especializado una vez al año o cada seis meses, en función de la edad del piloto.
La Organización Internacional de la Aviación Civil, una agencia de la ONU que establece estándares globales de aviación, también requiere que los pilotos pasen una prueba médica que incluye una evaluación mental.
Técnicamente, se supone que los médicos deben buscar problemas mentales, pero varios pilotos dijeron que ése no suele ser el caso.
«En realidad no hay evaluación de salud mental», dijo John Gadzinski, capitán en una gran aerolínea estadounidense y expiloto militar. En 29 años de pruebas médicas, señaló, nunca se le ha preguntado por su salud mental.
«Revisan los ojos, los oídos, el corazón… todas las cosas que empiezan a ir mal cuando te vas haciendo mayor. Pero no hacen nada por tu cabeza, no», comentó a su vez Bob Kudwa, expiloto de American Airlines y directivo que mantiene su licencia de piloto comercial.
Además, no hay un sistema de información confidencial, dijo Gadzinski. «Si tienes un problema mental, desde luego no se lo dirías a tu médico de vuelo porque va directo a la FAA», señaló.
Los pilotos también deben informar de cualquier problema psicológico o medicación previos en los formularios que cumplimentan para la FAA. No hacerlo podría suponer una multa de hasta 250.000 dólares. Los formularios incluyen preguntas sobre si un piloto está deprimido o ha intentado suicidarse, explicó Gazinski.
«¿De verdad es éste el mejor modo? ¿Preguntarle al tipo que tiene una enfermedad mental si tiene una enfermedad mental, y si dice ‘no’, estamos listos?», preguntó.
Lufhtansa, propietaria de la aerolínea regional Germanwings, no tiene conocimiento de qué podría haber llevado al copiloto Andreas Lubitz a «tomar esta terrible acción», dijo Carsten Spohr, director ejecutivo de la operadora.
Por lo general las aerolíneas piden a los pilotos que pasen evaluaciones mentales cuando piden un empleo, pero las pruebas de seguimiento tras su contratación son someros en el mejor de los casos, según los expertos.
Los pilotos estadounidenses de aerolíneas reciben formación cada seis meses para mantener sus habilidades de vuelo afinadas. En ese momento, el piloto jefe o el controlador que supervisa el curso suele hacerles unas pocas preguntas sobre su estabilidad emocional, dijo John Goglia, exmiembro de la Junta Nacional de Seguridad de Transportes y consultor de seguridad de aviación.
«Es muy, muy informal», comentó. «Es fácil eludirlo porque el que hace las preguntas no es un profesional de la salud mental (….) ¿Va todo bien en casa? ¿Discute con su esposa? ¿Patea a los chicos o al perro?’ No es mucho, normalmente son pilotos mirando a pilotos».
DC | AFP | Foto: Web