El decreto de Obama y el antivenezolanismo, por Alfonso Hernández Ortíz (@alfonsozulia)

Muchas han sido las reacciones ante el decreto del Presidente Barack Obama en el cual se emite una orden presidencial al declarar una emergencia nacional con respecto a la amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos planteada por la situación en Venezuela, enfocada en personas involucradas por la erosión de las garantías de los derechos humanos, la persecución de oponentes políticos, la restricción de la libertad de prensa, el uso de la violencia y violaciones a los derechos humanos y abusos en respuesta a las protestas contra el gobierno, y las detenciones y arrestos arbitrarios de manifestantes antigubernamentales, así como la corrupción pública significativa de altos funcionarios del gobierno venezolano.

 

Ante el decreto de Obama algunos venezolanos esperan que lleguen los marines a invadir Venezuela para salvar a la patria del comunismo, mientras otros justifican la injerencia de Cuba, China, Rusia e Irán; intervención que no puede avalarse; ninguna nación extranjera puede pretender resolver nuestros propios problemas, bien como decía Renny Ottolina “reciento que un líder extranjero me diga a mi cual es el camino, recuerdo perfectamente bien que nuestro país nació diciendo por aquí, no quiero que nadie venga a decirnos a estas alturas por donde es, creo firme y ciegamente que Venezuela nació para ser líder, y decir cuál es la senda y no para seguir otras, y reconozco también que por cuestiones circunstanciales Venezuela se ha olvidado un poco de sí misma”.

 

Quienes se emocionaron con el decreto de Obama de considerar a Venezuela «una amenaza», la reacción ha sido a la inversa, ha favorecido notablemente al gobierno y a la figura del presidente Maduro, permitiendo unificar el chavismo, y logrando concentrar la atención de miles de venezolanos ante el tema anti imperialista que bastante provecho le sacó el fallecido líder de la revolución Hugo Chávez, mas sin embargo todo ha sido una retorica propagandística ya que en ninguna ocasión en todo este tiempo Venezuela ha dejado de enviar petróleo a los Estados Unidos y tampoco los gringos han pretendido dejar de comprarnos nuestro oro negro.

 

La realidad política ante el decreto, traduce que todo este show ha sido una batalla de micrófonos de Obama para paliar la presión de senadores y diputados que disienten del gobierno venezolano, circunstancia aprovechada por Nicolas Maduro para desviar la atención de los verdaderos problemas que padece el país (inseguridad, desabastecimiento e inflación) ante un nuevo escenario electoral el cual podría recibir el voto castigo y perder la mayoría en la Asamblea Nacional.

De igual forma este contexto ha permitido mover las piezas políticas, el chavismo por su parte ha aprovecho la oportunidad para agruparse ante el discurso antiimperialista, unificándose monolíticamente bajo la figura de un solo líder representado en Maduro, trabajando estratégicamente para movilizar sus estructuras de base personificadas en las unidades de batallas de Bolívar conocidas como las  Ubche y haciendo un llamado de movilización nacional cívico militar, a través de maniobras militares y recolección de firmas para contrarrestar el revés político que atraviesan; mientras tanto la oposición agrupada en la MUD se encuentra dispersa sin vocería coherente, sin un líder reconocido, sin argumentos, explosionada a lo interno ante la presión de los jefes políticos de los pequeños partidos excluidos por la tríada (AD-UNT-PJ) en la repartición de los circuitos electorales a través de lo que llamaron el “consenso” asunto que profundiza la división existente entre los factores opositores.

 

Finalmente el decreto de Obama le dio la oportunidad al gobierno para justificar su ineficiencia y conseguir una excusa mayor para exaltar el nacionalismo y a través de leyes habilitantes, darle más poder al presidencialismo; ha motivado que figuras públicas y políticas manifiesten su deseo de ver a Venezuela convertida en Puerto Rico y ha fortalecido la convicción de los venezolanos, que vivimos en Venezuela y damos la lucha día a día, convencidos que tenemos el mejor país del mundo con dificultades circunstanciales que seguro superaremos, sin intervencionismo extranjeros ya que una cosa es adversar al gobierno y otra pedirle a los gringos vengan a resolver nuestros problemas, es la mayor expresión del antivenezolanismo.

 

DC / Alfonso Hernández Ortíz / Politólogo- Abogado / dialogopublico@gmail.com / @ alfonsozulia

 

 

 

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