Iván Simonovis: Si me ubicaban, mi final iba a ser igual que el de Óscar Pérez

«Si el régimen me hubiera ubicado antes de salir del país, yo no habría sobrevivido, mi final iba a ser exactamente el mismo que el que tuvo Óscar Pérez”, afirmó el comisario Iván Simonovis, jefe de Seguridad e Inteligencia del gobierno interino de Juan Guaidó, en una entrevista telefónica con El Nacional.

A su juicio, esta fue una de las razones por las que funcionarios de la cúpula gobernante no emitieron declaraciones luego de que escapara de la detención de casa por cárcel ante la mirada atónita del recién reenganchado director del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, Gustavo González López, quien el 12 de abril le había mandado a colocar un segundo grillete electrónico.

Después de 14 años, 5 meses y 24 días de estar bajo el poder del régimen chavista, el 16 de mayo Simonovis logró dejar atrás lo que recuerda como “una experiencia larga, inacabable y dura”, que le enseñó a valorar mucho más la vida.

El comisario de 59 años de edad, uno de los primeros presos políticos del chavismo, conocido como el “prisionero rojo”, fue detenido el 22 de noviembre de 2004 en el Aeropuerto Internacional La Chinita, en Maracaibo, por los hechos violentos que ocurrieron en Puente Llaguno el 11 de abril de 2002, cuando ejercía como jefe de Seguridad Ciudadana de la Alcaldía Metropolitana de Caracas.

Durante la gestión del fallecido presidente Hugo Chávez, el criminalista y consultor penal pasó 8 años y 3 meses en el Helicoide, sede de la policía política, donde solo recibió 33 días de sol.

Relató que en esa época tuvo que viajar durante 3 años y 4 meses a Maracay, donde se llevaba a cabo su juicio, el cual terminó con una condena de 30 años de prisión: “Me tocaba recorrer 100 kilómetros de ida y 100 kilómetros de vuelta. Cuando tú sumas la cantidad de kilómetros que yo tuve que recorrer esposado en una patrulla, eso representa una distancia de casi 40 mil kilómetros, la misma distancia que tiene la tierra por el Ecuador”.

En 2013 pasó a las manos de Nicolás Maduro, que lo envió a la cárcel militar de Ramo Verde el 21 de febrero de ese año, tras presentar graves problemas de salud, y le otorgó el beneficio de arresto domiciliario en septiembre de 2014. Sin embargo, el ex preso político indicó que su situación no cambió, dado que ambos gobernantes tienen “la misma forma macabra de gerenciar”.

Pese a no recibir torturas físicas durante su encarcelamiento, Simonovis recuerda las torturas psicológicas que les fueron infligidas: “La falta de atención médica es recurrente con todos los presos políticos. En mi caso, fue exacerbado. Yo no fallecí, porque no era mi momento, pero ingresé al Hospital Militar y la médica me dijo que me tenían que intervenir para tratar de salvarme la vida, después de estar casi una semana sin poderme mover de la cama, con los dolores tan fuertes que tenía en el área abdominal como consecuencia de un problema en la vesícula”.

Desde el mes de junio se encuentra en Estados Unidos, país en el cual ejerce funciones de inteligencia en representación del presidente interino.

Luego de haberse reunido con distintos organismos de inteligencia internacionales y con el jefe del Comando Sur, el almirante Craig Faller, afirmó que el mundo “está totalmente claro en que Maduro y su grupo de malandros deben salir del poder”, en vista de que reconocen que en “Venezuela existe una dictadura férrea y Maduro es un dictador”.

Su principal función será establecer una línea de comunicación para el intercambio de información con los gobiernos de la región, por lo que ha tenido conversaciones con las agencias de inteligencia de Estados Unidos, Chile y Colombia, a las que les proporcionará información detallada sobre personas que están involucradas en hechos de corrupción, y que viven en esas naciones.

Destacó que en el territorio nacional operan grupos terroristas como el Hezbollah y Hamás, y guerrilleros como el Ejército de Liberación Nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, que “viven cómodamente con alguna fachada de algún tipo de operación que pasa desapercibida, pero tras bastidores planifican atentados terroristas y actividades criminales en alguna parte del mundo”.

El comisario recauda, asimismo, información sobre el narcotráfico en el país, con el objetivo de nutrir los expedientes que han sido abiertos en contra de “un gran número de líderes del régimen”, que han participado de alguna forma u otra en el tráfico de estupefacientes.

Simonovis se mostró confiado en que en las próximas semanas otros miembros de la cúpula chavista serán incluidos en la lista de los más buscados por Estados Unidos, al igual que Tareck el Aissami, debido a que está demostrado que “un número muy grande de oficiales de alto nivel dentro de las Fuerzas Armadas y líderes chavistas” están relacionados con el narcotráfico.

–¿Cómo describe usted los casi 15 años que estuvo bajo el poder el régimen chavista?

–Fue una historia desagradable, larga. A veces incomprensible, pero a pesar de todo, enseña, enseña mucho. Te enseña a descubrir cosas que tú no sabes que existen e identificas nuevas capacidades que no conocías. Fue una prueba de fuego que enseña a valorar mucho más las cosas, a veces las cosas sencillas de la vida.

–Estuvo muchos años en manos de Hugo Chávez, después en manos de Maduro, ¿hubo algún cambio en el tratamiento que recibió?

–No. Simplemente es el carácter diferente en la forma macabra de gerenciar. Cuando Hugo Chávez, a mí se me detuvo, se me enjuició y se me condenó. La etapa de Chávez tuvo sus particularidades macabras, sus sometimientos y muchos castigos. Varias veces fui puesto en celdas solo, castigado, sin derecho a la visita. Cuando llegó Maduro no cambiaron las cosas, cambiaron los sitios de reclusión, pero los castigos, el abuso de poder, la violación sistemática de los derechos humanos continuó. Yo no le doy puntos a uno ni le quitó al otro, los dos son iguales de ratas.

–¿Hubo ensañamiento por parte de los custodios, por haber sido usted un funcionario con una carrera intachable?

–Mi conducta fue, es y será intachable. Alimañas te las consigues tú en todas partes, te consigues gente buena y te consigues gente mala. En el chavismo-madurismo hay sus alimañas, funcionarios que saben que no tienen las características, capacidades ni posibilidades de llegar a ser jefe de absolutamente nada, a no ser que hagan cualquier cosa para congraciarse y, por eso, se la aplican a los presos. Así como hay estas alimañas, cuatreros, te consigues gente que respetan lo que tú eres, que me trataron con respeto y hubo una buena relación. Sí, tengo amigos en el Sebin, en el Cicpc y dentro de la PNB también conozco gente, con la que mantengo bastante contacto todo el tiempo.

–En los últimos años han denunciado las violaciones de derechos humanos, torturas, tratos crueles e inhumanos que han sufrido los presos políticos. ¿Podría mencionar qué tipos de torturas les fueron infligidas durante su detención?

–No física, pero sí psicológica. El aislamiento es una tortura psicológica, la suspensión de visitas de la familia, que te priven de cosas básicas que necesita el ser humano, como alimentos y productos para el mantenimiento de la higiene personal, es una tortura. Todas esas cosas son torturas sin necesidad de ser físicas, no es necesario que te golpeen, pero están allí. Existen muchas formas de causarle daño a una persona y esa es una de ellas.

–¿Que usted haya sobrevivido de las mazmorras del régimen es un milagro?

–Sí, yo en lo personal pienso que sí, que allí hubo un milagro.

–¿Cómo recuerda usted su salida del país?

– Mi decisión era que yo no iba a estar más tiempo preso ni en mi casa ni en ninguna otra parte. Eso para mí era inaceptable. Fue una experiencia de vida que, a diferencia de las operaciones que yo normalmente realicé como policía, esta era larga y de muchísima tensión. Estuve en Caracas un poco más de tres semanas haciendo todas las coordinaciones necesarias y finales para poder salir del país y eso, además del alto riesgo que representaba, era agotador porque los minutos se convierten en horas y tienes a tu familia que está muy pendiente, tienes a una serie de personas muy preocupadas contigo y tú quieres lograr el cometido, pero la situación no es fácil de manejar. Sin embargo, se hicieron las cosas bien, hubo suerte y, gracias a Dios, estoy aquí en los Estados Unidos, libre y sano.

–Por parte del chavismo no hubo pronunciamientos por su huida del país, ¿a qué cree que se debió el silencio?

–No hubo pronunciamiento por parte de nadie del Estado porque sencillamente quedaron, como muchas veces quedan ellos, como unos ridículos porque se evidencia que hay grietas dentro del régimen, ya que la única forma de poder lograr que yo saliera del país es con ayuda de funcionarios y oficiales militares activos que colaboraron conmigo y con el equipo que a mí me ayudó para poder salir del país. Por otro lado, si existía la posibilidad de que ellos me ubicaran, y para ellos no comentar absolutamente nada era importante, porque en el momento en que me consiguieran, sabrá Dios qué era lo que ellos dirían y por eso lo mantenían en silencio.

– Mencionaba que su salida del país fue gracias a funcionarios de los organismos de seguridad, ¿tienen relación con el alto mando y la cúpula gobernante?

–Solo te voy a decir que hay activos, no te voy a decir si son de arriba, si son de abajo, sencillamente son funcionarios que están ahí. Ellos son los que de alguna forma me ayudaron y me dan información.

– ¿Por qué detener a su abogado, Enrique Perdomo?

–Enrique estaba cumpliendo con su deber como abogado, lo detuvieron en mi casa donde no había ningún tipo de franja, protección o letrero, una hoja o un papel para identificar el área de investigación. Como no pudieron descubrir nada sobre mi caso, ellos han volcado toda su rabia e incapacidad en Enrique, alguien que de verdad no merece ese trato que le han dado. Es un señor mayor que, además, tiene problemas de salud. Le sembraron unos documentos, qué ridículos, porque eso es una cosa que nadie puede creer, le pusieron algo relacionado con unos bonos. Pero como ahí los fiscales, jueces y policías cobran y se dan el vuelto, entonces hacen lo que les da la gana. Esa es la verdad de ellos, ellos lo colocan así y así se lo entregan a la prensa, sin ningún tipo de pena. No les importa absolutamente nada, pero las verdades van a salir, y todos todos los involucrados en estas cosas, en algún momento, tendrán que rendir cuentas ante la justicia, no la que ellos manejan, sino la justicia verdadera.

– Su trabajo como comisionado de Seguridad e Inteligencia, ¿en qué se fundamentará, específicamente?

– Mi trabajo y el trabajo de las agencias de inteligencia es el intercambio de información porque muchas veces las organizaciones criminales, valiéndose de las debilidades legales que puedan tener algunos de los países en desarrollo, crean nichos de operaciones criminales, y nuestro trabajo, como organismo de inteligencia, es intercambiar información para prevenir a los países de estas actividades y hacer lo que sea necesario, desde el punto de vista legal, para su identificación y detención.

– ¿Podrían en las próximas semanas quedar identificadas estas personas que han tenido algún tipo de relación con el régimen?

–Eso lo hará público cada país en el momento en que ellos lo consideren necesario. Yo no puedo hacer eso público porque, primero, deja de ser un trabajo de inteligencia y, segundo, no puedo estar por encima de las leyes de un país vecino ni de la región.

– En cuanto al narcotráfico, a usted también se le ha encomendado la tarea de trabajar en contra del delito, ¿cómo avanza ese trabajo?

– En la misma forma como ha avanzado todo lo demás. Estamos sosteniendo reuniones y en estas reuniones los gobiernos de la región me piden a mí información y yo hago las diligencias necesarias para conseguir la información que ellos han requerido. Esa es una de las cosas que se están haciendo y, de una u otra forma, nutre los expedientes que ya existen contra un gran número de líderes del régimen de Maduro, y otros casos, sencillamente, se abren las investigaciones que sean necesarias para determinar las responsabilidades de los involucrados.

– De acuerdo con la información que usted maneja, ¿todos los líderes del chavismo estarían implicados en el narcotráfico?

– No tienes que tener una participación activa y ordenar el envío de drogas. El simple hecho de ser permisivo con alguna de las actividades que, de una forma u otra, favorecen el tráfico de estupefacientes, tú te estás convirtiendo en un cómplice. Entonces, una gran parte han participado en eso, dado que es una manera fácil de acceder al dinero.

– Se ha hablado también del Cartel de los Soles, ¿existe realmente esta organización?

– Yo no sé si es de los soles, pero definitivamente existe un número muy grande de oficiales de alto nivel dentro de la FANB involucrados en el tema del narcotráfico, eso está perfectamente claro y demostrado. Esos son expedientes que lleva la DEA y hay averiguaciones abiertas en varias jurisdicciones de Estados Unidos, donde identifican a varias personas pertenecientes a la FANB o al grupo de líderes del régimen.

– ¿Podría nombrar a algunos?

– No puedo dar información de una investigación en curso que lleve la DEA o el FBI, mucho menos en suelo americano. Debo respetar la discreción que exigen, no decir nombres o el estatus de las investigaciones.

– ¿Podría salir en los próximos días una nueva lista en la que aparezcan líderes chavistas entre los más buscados por narcotráfico?

–Créeme que así va a ser.

– ¿Cómo debería ser la reinstitucionalización de los cuerpos de seguridad?

– Los que se encuentran más involucrados en actividades criminales son los jefes, porque son los que, valiéndose del cargo, participan en actividades criminales de todo tipo. En el Plan País está el área de seguridad, que contempla qué se va a hacer con los operadores de justicia, con la policía, con el sistema de justicia y carcelario, con los fiscales y desde el punto de vista sociológico. Es fundamental que se tomen las medidas necesarias para reinstitucionalizar a las organizaciones y volver a hacer de las policías entes serios, que estén equipados, entrenados y pagados, y sobre todo, que puedan retomar el respeto que se debe tener a las organizaciones policiales por el trabajo que ellos hacen.

-¿En este proceso deberían eliminarse el Sebin y el Dgcim?

– Las organizaciones de inteligencia deben existir, tú no puedes decir «elimina eso». Alguien tiene que hacer ese trabajo. Lo que se tiene que buscar es que los individuos que hagan ese trabajo tengan las herramientas, la preparación, el entrenamiento que es necesario para que cumplan dentro del marco de la ley el cometido que corresponde a esas organizaciones. Para reinstitucionalizar una organización de este tipo, por ejemplo, todos los funcionarios deben de ir a un proceso de reentrenamiento, pero también tiene que contar y ver cuáles son las logísticas que ellos tienen para poder cumplir con su tarea.

– ¿Cree usted que sea posible un cambio de gobierno mediante la negociación cuando se ha denunciado en reiteradas oportunidades que el régimen se ha sostenido en grupos irregulares y colectivos?

– Esas son estrategias políticas en las cuales yo no opino, mi experticia es el área de investigación criminal. ¿Cómo van a hacer las diligencias que haga el gobierno de Juan Guaidó desde el punto de vista político? Esas son decisiones, insisto, de nivel político en las cuales yo no participo.

– ¿Se podría sacar a esos grupos irregulares del territorio venezolano?

– Una vez que el presidente Guaidó tenga el control completo del Estado y se den las instrucciones, te aseguro que en un tiempo muy pero muy corto todos esos criminales van a abandonar el país.

–¿Esto podría hacerse con ayuda de los países de la región a través del TIAR, aprobado recientemente por la AN?

–El TIAR es una opción que existe desde 1947. Dentro de sus acciones está la identificación de amenazas contra uno de los países. Se ha establecido y ha sido evidentemente claro que Venezuela está siendo sometida por una dictadura y esto es algo que les interesa a todos los demás países firmantes del TIAR. Una vez que ellos se pongan de acuerdo, estoy seguro de que se tomarán decisiones para el ingreso de la ayuda humanitaria para atender a los enfermos y darle comida a la gente, y para avanzar en el proceso de retorno de la democracia.

–¿Qué les diría a los líderes chavistas?

–No creo que sirva de mucho lo que yo les pueda decir. Son personas que no sé por qué razón no terminan de entender que hay una fecha de vencimiento y al haber una fecha de vencimiento tú debes buscar la manera de protegerte a ti y a tu familia. Ellos deberían pensar en sus familias, en su futuro y el de sus familias, y entregar el poder. Al final el poder fue, es y será efímero. Tú tienes el poder por un rato, en este caso fue un largo rato, pero también es un rato. Ellos no van a estar ahí hasta que envejezcan y mueran sentados en el poder

El Nacional

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