La solidaridad que rompe el corazón de los venezolanos, en la unión está la fuerza

Un hilo escrito por una venezolana en Twitter, sobre un hecho que aconteció, donde tuvo la oportunidad de ayudar a un compatriota recién llegado a tierras del sur en Suramérica, rompe las redes.

La redacción corresponde a una usuaria identificada como Rider White, en su cuenta @RiderWhite2015.

A continuación el hilo completo:

Hoy subí en el ascensor con un joven venezolano que trabaja en despacho a domicilio. Su cara angustiada, un día helado de otoño y él apenas cubierto y encima repartiendo en bicicleta. Le pregunté como estaba y no pudo contener las lágrimas…

Padre de familia. Su esposa con una depresión mayor, no puede trabajar porque no han logrado inscribir a los nenes en el colegio (no lo pueden pagar), tienen frío y mucha soledad. Están reuniendo para traer a las mamás respectivas, rescatarlas así sea en estas condiciones.

Para que ellas cuiden mientras a los niños, la señora se recupere o no, pero produzca dinero, resolver. Le expliqué lo duro que son los dos primeros años, pero que se sale adelante, le di indicaciones para atención médica gratuita y cuidados pediatricos. Le pedí que me esperara.

Fui a la bodega y tomé cuatro abrigos, lamenté no tener ropa de niños, pero si tomé una bolsa de juguetes recuerdo de los míos. Le entregué todo y el abrazo que me dio…el abrazo indescriptible es lo que les quiero compartir. Sentí a mi país y esta enorme pena…

Pero también sentí esperanza, porque somos muchos, muchísimos y estamos pendientes. A mi muchas manos me ayudaron en su oportunidad y también hubo abrazos y llantos, finales felices y no tan felices, pero la vida continúa. Al que me lee y se siente desesperado, hable, por favor

Nunca guarde silencio, no sienta vergüenza por comenzar de nuevo y accidentado. Pregunte, pregunte mucho, busque venezolanos que tengan mas tiempo fuera, preséntese y no tenga miedo. Pida información y consejo y no tema informar lo que le falta.

Todos tenemos más de lo que necesitamos, aún en carencia extrema. Hoy recibí un abrazo que no puedo traducir en su inmenso valor y un recuerdo de mi propio comienzo en tierra ajena, para renovar la gratitud por unas cosas y otras.

A los venezolanos en Chile, Argentina, Uruguay, Paraguay, les pido por favor que tengan sus ojos muy abiertos y compartan su afecto y lo que puedan materialmente con los que van llegando en una temporada dura y extraña. No estamos acostumbrados a nada, mucho menos al frío.

Ser buena escucha, abrazar y dar información responsablemente no cuesta dinero y puede significar un enorme alivio o incluso la respuesta esperada para alguien. A los amigos en cada país, siempre gracias.

@diariocontraste

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