Lluvia de patriotas. Por Eugenio Montoro

El término patriota se ha vuelto casi de uso exclusivo para referirse a los héroes de la independencia. La palabra además crea una especie de aureola mágica que los representa como individuos llenos de virtudes y de actuaciones llenas de heroísmo y valor.

En general el patriotismo se considera como “El sentimiento que tiene un ser humano por su tierra natal o adoptiva a la que se siente ligado por valores, afectos, cultura e historia; es el equivalente al orgullo de pertenecer a una familia”, sin embargo, en el siglo XVIII adquirió un significado adicional “patriota sería aquel que amaba tanto a su país que estaba dispuesto a morir por él”.

Pero lo cierto es que la mayoría de nuestros patriotas de la independencia eran seres de carne y hueso posiblemente movidos más por las circunstancias que los rodeaban que porasuntos filosóficos. Los ejércitos se formaron con algunos soldados de carrera, pero la mayoría eran gente de pueblo, reclutados a veces a la fuerza o aventureros buscando algo de riqueza o prestigio.

Los mandatarios de las colonias españolas veían a esos ejércitos precarioscomo grupos de revoltosos sin preparación ni modales. Solo después de las victorias militares pasaron a ser, de casi una banda de renegados a un glorioso ejército patriota y sus comandantes pasaron de ser delincuentesbuscados a líderes adulados.

Las fábulas asociadasa los vencedores no se hicieron esperar y se llenaronpáginas con situaciones exageradas más parecidas alas inventadas para héroes troyanos que a la verdad.

Así que, los que hoy llamamos patriotas eran en individuos como todos nosotros, con temores, defectos y algunas virtudes y viviendo en circunstancias de lucha por lo que creían era justo y bueno. Por eso, todos nosotros somos también patriotas que, de la forma que podemos, contribuimos a cambiar una realidad que no nos gusta.

Es una patriota la abuela que en casa prepara algo de comer con lo poco que le traen. Es un patriota el que comparte una opinión sobre como salir de la dictadura. Es un patriota el que no acepta vivir sin libertad busca como ayudar. Es el médico especialista serio y el artista del humor que ayudan a otros en sus angustias. Es un patriota el campesino y el ganadero que producen comida a pesar de las dificultades. Hay patriotas en los trabajadores, en los deseempleados, en los curas, en los abogados, en los barredores, en los maestros, en los empresarios, en los locutores, en los estudiantes, en los militares, en los deportistas y hasta en funcionarios públicos que ayudan discretamente.

Y son patriotas también los que debieron irse a otro País, no solo los perseguidos, también los que debieron marcharse para no marchitar su existencia o sobrevivir. Estos no solo se llevaron la patria en el corazón, sino que también sueñan con la vuelta. Son patriotas los centenares que murieron en esta larga lucha, son los miles de heridos, son los que marcharon hasta el cansancio, los que mueren por hambre y por falta de tratamiento médico, son patriotas los pobres.

Son patriotas los millones que cubren las calles reclamando el fin de la dictadura. Sus gritos y sus consignas son las balas y los fusiles de combate. Un inmenso ejército que lucha por su libertad. Patriotas que aman inmensamente a su tierra.

Al igual que los patriotas de la independencia, la victoria los hará inolvidables y con orgullo podrán decir que allí estuvieron. Siempre vivirán sabiendo que su contribución fue eficiente y se reconfortarán con la satisfacción de su aporte.

Es la hora de los corazones en la mano, es la hora de recuperar la tierra que unos intrusos nos han querido quitar. Es hora de reconstruir el hogar, es la hora de salvar a Venezuela.

Vamos patriotas, vamos a la victoria.

 

Eugenio Montoro / montoroe@yahoo.es

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