Familiares de militar acusado del supuesto Golpe Azul denuncian su secuestro

“Ya son 22 días desde que la Dgcim secuestró a mi hijo y desde entonces no sé de él, de su integridad física, de su salud y no nos han permitido visitarlo, ni siquiera su abogado”, dice conmovida y preocupada Gloria Calderón, madre del primer teniente de la Aviación, Luis Hernando Lugo Calderón.

Calderón fue detenido el pasado 14 de octubre, luego de permanecer casi 4 años apresado entre la cárcel de Maturín y Ramo Verde, acusado junto con otros oficiales e inclusive civiles, de participar en un supuesto golpe de estado contra Nicolás Maduro, conocido como Golpe Azul.

El 14 de octubre, luego de una intensa búsqueda que implicó ingresos arbitrarios de funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) y la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) a la residencia familiar del militar, ubicada en Maracay, estado Aragua; de la detención inclusive de su novia, de su padrastro y de su propia madre, Lugo Calderón fue llevado a la sede de la Dgcim, en Boleíta, Caracas, donde, sus familiares presumen, lo mantienen.

Hemos preguntado —dice su madre— y lo único que nos dicen es que él no está preso, no está detenido, que solo está bajo investigación. Estoy muy preocupada por su integridad física, por lo que hago un llamado a los tribunales militares para que liberen a mi hijo, porque esto es un secuestro.

Gloria Calderón le recuerda al mismísimo ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, que fue él quien con su firma convalidó y refrendó la libertad plena de los 4 oficiales de la Fuerza Aérea que estaban recluidos en Ramo Verde, acusados y sentenciados de participar en una intentona golpista planificada supuestamente para ser ejecutada en febrero de 2015.

Gloria Calderón pide fe de vida de su hijo, Luis Lugo Calderón.

Los primeros tenientes de la Fuerza Aérea venezolana, Petter Moreno, Luis Lugo, Carlos Esqueda y Ricardo Antich fueron excarcelados el jueves 11 de octubre, luego de que el tribunal militar de ejecución determinara que ya los funcionarios habían cumplido la pena impuesta.

“Ya basta de abusos, de violaciones a sus derechos. Por favor, quiero una fe de vida de mi hijo”, pide la madre de Lugo Calderón, quien apenas logró verlo por unas horas del 11 de octubre, después de que fue a buscarlo a las puertas de la cárcel militar de Ramo Verde.

Antes de llegar a Maracay, ya funcionarios de la Dgcim y el Sebin allanaban, sin ninguna orden, la vivienda del militar. Aquella alegría que dijo sentir su madre, se esfumó en cuestión de minutos. Al final de la tarde de aquel jueves, ya la familia Lugo Calderón revivía la pesadilla de saber que el joven militar era activamente buscado.

El domingo 14 de octubre fue localizado y desde entonces ni sus padres, ni su abuela ni su novia, lo han visto o saben de él.

Los jóvenes oficiales, oriundos del estado Aragua, permanecieron recluidos en la cárcel de Ramo Verde luego de que el 20 de junio, el Tribunal 2do de juicio accidental del circuito judicial penal militar de Aragua, decidiera condenarlos una vez más, junto con tres civiles, por supuestamente participar en la intentona. Era el segundo juicio que se celebraba por el llamado Golpe Azul desde 2015, el décimo segundo golpe denunciado por Nicolás Maduro en su contra.

El 11 de octubre, el juez militar 2do. de ejecución de sentencias de Maracay, capitán de corbeta Pedro Alexander Lunar Rodríguez, otorgó libertad plena por pena cumplida a cuatro de los cinco militares de la Fuerza Aérea acusados y sentenciados por su presunta participación en el llamado Golpe Azul. Los primeros tenientes Petter Moreno, Luis Lugo Calderón, Carlos Esqueda y Ricardo Antich fueron liberados. No obstante, después de tres horas de la excarcelación, una contraorden de esa decisión judicial devino en una persecución y acoso policial por parte del Sebin y la Dgcim para dar con el paradero de los cuatro militares.

Ese mismo día, Petter Moreno fue detenido en su casa y llevado a la sede de la Dgcim en Maracay, mientras simultáneamente, funcionarios de inteligencia “visitaban” las viviendas de los tres restantes. La persecución duró hasta la detención de Lugo Calderón el pasado 14 de octubre. Carlos Esqueda y Ricardo Antich lograron huir del país.

Crónica Uno

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