De como el Estado Educador es crisol de las Tiranías. Por Albert Geovo (@aegeovo)

Durante décadas y años, hemos escuchado decir, incluso hasta hemos dicho muchas veces, que es de suma importancia el derecho a la educación, pero lo que no hemos pensado es: ¿Qué se esconde detrás de éste célebre derecho, mundialmente reconocido mas no acatado en todo el mundo? ¿Que se teje detrás del derecho a la educación, con la bandera de una educación gratuita y hasta obligatoria?

 

Sabemos que en política, como en la guerra, no hay punta sin dedal, y sin bien es cierto, que el derecho a la educación ha podido reducir el analfabetismo y el subdesarrollo en el mundo, también es cierto que no por poseer un país, una educación gratuita y obligatoria, es garantía de ese derecho, y su lucha contra el subdesarrollo,  ya que hay muchos niños y jóvenes que no tienen el acceso al mismo, porque se ven en la obligación de trabajar, y hasta mendigar como es el caso venezolano o de cuba y otras tantas dictaduras, que tienen éste derecho como bandera, mas sus naciones se encuentran grandemente empobrecidas.

 

Pues bien sigamos, esclareciendo detalles, hurgando en el fondo del asunto, sobre el derecho a la educación, todos los presentes sabemos que la educación gratuita y obligatoria existe en los regímenes socialistas, comunistas y cualquier otra tiranía del mundo, con el financiamiento de los fondos de la nación, que pagan las personas a través de impuestos o a través del trabajo, mal pagado,  en la explotación de algún recurso natural o tecnológico,  para la requerida infraestructura, planta física y pago del personal,  que sirve de seminario y adoctrinamiento a las generaciones. Sucedió y sucede en la China Comunista, que empieza a alejarse de viejos patrones pasando en lo económico a una política capitalista; sucede en Corea del Norte, en la arruinada URSS que tiene el reconocimiento de ser la primera nación en hacer gratuita la educación universitaria después del asesinato de los zares, y el triunfo del socialismo por allá en el año 1918 para darle acceso a la clase trabajadora a la profesionalización en las ciencias y disciplina que se requerían para darle forma a su sistema comunista, la república de Cuba y en todas las tiranías del mundo, existe salvaguardado por el régimen autoritario, dictatorial o en el peor de los casos totalitario el tan distinguido Derecho Humano de la educación,  que viene cargado de toda la teoría marxista y sus luchas peonas, disfrazadas de ovejas, pero tras bastidores, se les ven los colmillos al lobo feroz que interpretan los tiranos de tales naciones desgraciadas.

 

Pues sí, la educación gratuita, a pesar que los derechos del hombre de 1789, fueron conquistas, de la burguesía de ese entonces para suprimir el absolutismo de las monarquías, y de los Estados; sabiendo que éste novel derecho tiene un precedente en aquellos derechos de las personas. Hoy por hoy el derecho a la educación sirve la mesa al fortalecimiento de un Estado ilimitado, y su gendarme opresor contra el sistema de derechos, garantías y libertades democráticas de las personas en los países con regímenes neo totalitarios.

 

En estos regímenes socialistas, se motiva un derecho a la educación, con la intencionalidad de un Estado dirigista, estatista, con plena concentración del poder, tanto igual o muy por encima al de la época feudal de los siglos pasados, megalómano, con poderes ilimitados,  que ve a sus ciudadanos como una masa, y no como individualidades únicas, irrepetibles, soberano de su vida y de su mundo, lleno de aspiraciones, metas, objetivos individuales, familiares y sociales que los une en una sana convivencia en la que sólo exista el Estado para la protección de la propiedad privada,  de sus libertades, derechos y obligaciones, y para la creación de obras de infraestructura de calidad,  mas nunca para su opresión como sucede en las tiranías modernas y no tan modernas también.

 

Si bien, es cierto, que el derecho de la educación gratuita, tiene otras precedentes plausibles en las naciones más capitalistas del mundo como Noruega, Finlandia, Suecia, Dinamarca, donde es financiada por el Estado, a través, de los altos impuestos que pagan sus ciudadanos por sostener ése derecho, también es verdad, que la educación en tales naciones, no tiene la carga Marxista, socialista o comunista, que abiertamente o solapadamente está presente en las naciones con regímenes de izquierda como el caso Venezuela.

 

También, hay que recordar que la educación gratuita en Venezuela, no es un legado de la revolución socialista del siglo XXI como se tiende a pensar, ni mucho menos de la democracia social de los gobiernos de la década del siglo pasado, como también se ha pretendido hacer creer a la población, sino que tal derecho humano, data del siglo XIX específicamente en el “gobierno liberal” de Guzmán Blanco, específicamente desde 1870 cuando por orden del Jefe de Estado, se hacen los esfuerzos para formar un Estado moderno, además de alfabetizar a la población desde la educación primaria, básica y universitaria, con el fin de capacitarlos para el desarrollo de la nación, pero sus fines desde sus inicios fueron desviados en el fortalecimiento del caudillismo perpetuo de los mandones de aquel entonces y no en crear ciudadanos libres y responsables de sus vidas y de su entorno que lo rodea.

 

Es decir, la educación gratuita, no tuvo la misma visión de los independentistas y presidentes de los EEUU, en específico de Tomas Jefferson, tercer presidente de Norte América, que en 1830 estableció las escuelas estatales, como programa de acceso a los más pobres a la educación primaria y básica,  con el objeto  de formar Ciudadanos, en la expresión más completa y alta de la significación, que es el fortalecimiento de la libertad ciudadana, el resguardo y respeto de la propiedad privada, la justicia, y la creación de infraestructura y servicios públicos de calidad, a través de los impuestos que los ciudadanos sufragan.

 

Mientras que en los regímenes de izquierda ha estado tal derecho humano, al servicio del burocratismo excesivo, la economía dirigida por un Estado con funciones legales ilimitadas, que parecen no ser suficientes cuando el poder se convierte en tiránico en manos de la discreción de los administradores del erario público, sirviendo al peculado, pillaje, latrocinio, y saqueo, de las riquezas de una nación en manos de sus administradores.

 

Albert Geovo – Abogado, Maestrando Ciencias Políticas – @aegeovo – albertgeovo@gmail.com

 

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