Un gran partido denuncia «fraudes flagrantes» en las elecciones en Pakistán

Uno de los principales partidos en liza en las elecciones legislativas en Pakistán «rechazó» los resultados aún parciales de los comicios, que sugieren una victoria del excampeón de críquet Imran Khan, y denunció «fraudes flagrantes».

«Son fraudes tan flagrantes que todo el mundo se puso a llorar. Lo que hicieron hoy devuelve Pakistán a hace 30 años […] Rechazamos ese resultado», declaró Shahbaz Sharif, hermano del ex primer ministro Nawaz Sharif y principal rival de Imran Khan en las elecciones.

«La gente no lo va a soportar», añadió durante una conferencia de prensa en Lahore.

AFP / Laurence CHUPoblación paquistaní

En su cuenta de Twitter, la Liga Musulmana de Pakistán-Nawaz (PML-N) de Sharif afirmó que «rechaza integralmente los resultados […] a causa de irregularidades claras y masivas».

Ocho horas después del cierre de los colegios electorales, apenas se habían escrutado un 37% de los votos, según la televisión nacional.

La Comisión Electoral Paquistaní (ECP) achacó esta lentitud a problemas técnicos. «No hay absolutamente ninguna conspiración ni nadie que quiera influenciar los resultados», afirmó su secretario, Babar Yaqoob.

Muchos consideraban ya que la campaña electoral previa a estos comicios había sido una de las «más sucias» en la historia del país, debido a las acusaciones de manipulaciones que habrían favorecido a Imran Khan, jefe del Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI). También estuvo marcada por la creciente visibilidad de los partidos religiosos extremistas.

AFP / AAMIR QURESHISimpatizantes del exjugador de críquet convertido en político Imran Khan celebran en las calles de Islamabad tras las elecciones legislativas en Pakistán, el 25 de julio de 2018

Para la analista Azeema Cheema, la situación es de «caos absoluto». «La bruma que rodea las elecciones solo podrá disiparse si la ECP proporciona una explicación satisfactoria», añadió, diciéndose «muy preocupada» por el giro que puedan tomar los acontecimientos.

«Dependerá de cómo se organice la desobediencia civil. Podría haber motines espontáneos entre los militantes políticos. O los partidos políticos podrían organizar sentadas y manifestaciones», opinó.

El líder del Partido Popular Paquistaní (PPP), Bilawal Bhutto-Zardari, también denunció fallos de importancia en la maquinaria electoral.

AFP / Gal ROMAPrincipales actores en las elecciones paquistaníes

«Mis candidatos se quejan de que nuestros agentes electorales fueron expulsados de los centros de votación de todo el país. «Imperdonable y escandaloso», tuiteó el hijo de la ex primera ministra Benazir Bhutto, asesinada en 2007.

Seguros de su victoria, los militantes del PTI, celebraban la noche del miércoles bailando en las calles de Islamabad y Lahore y lanzando petardos y fuegos artificiales.

«Imran es honesto», aseguraba uno de ellos, Ammar Haider, de 20 años. «No queremos políticos corruptos. La corrupción es el principal problema».

– «Golpe silencioso» –

El ex primer ministro Nawaz Sharif, destituido por corrupción hace un año y actualmente encarcelado, acusa a las poderosas fuerzas armadas de haber hecho todo lo posible por perjudicar a su partido, incluso forzando a candidatos a cambiar su lealtad, en beneficio del PTI.

AFP / FAROOQ NAEEMUn militar hace la señal de la victoria en Rawalpindi, tras el cierre de los colegios electorales en Pakistán, el 25 de julio de 2018

Sharif no es el único que acusa a las fuerzas armadas, pues varios grandes medios de comunicación y activistas denunciaron en los últimos meses haber sufrido secuestros, censura y amenazas para forzarlos a modificar su cobertura sobre el PTI y el PML-N. Un centro de investigación comparó estas presiones a un «golpe silencioso» de los generales.

Imran Khan es conocido como en Occidente como un mujeriego, pero en su país se presenta con un aura más conservadora, con un programa anticorrupción bautizado «El camino hacia un nuevo Pakistán». También es conocido por coquetear con tesis extremistas.

– Atentado suicida –

AFP / BANARAS KHANFuerzas de seguridad y equipos de rescate en los alrededores de un colegio electoral en la ciudad paquistaní de Quetta, donde se produjo un atentado suicida, el 25 de julio de 2018

Los electores –los hombres por un lado y las mujeres por otro– se amontonaron durante la jornada en largas filas delante de los centros de votación. Unos 106 millones de electores, en una población de 207 millones de personas, estaban llamados a las urnas en más de 85.000 centros.

En las redes sociales, muchos paquistaníes mostraban con orgullo sus dedos manchados de tinta tras pasar por el centro de votación.

Se calcula que la participación fue de «entre 50 y 55%», cerca de la de los anteriores comicios, en 2013, según Bilal Gilani, director del centro de sondeos Gallup de Pakistán.

Unos 800.000 militares y policías fueron desplegados para garantizar la seguridad.

No obstante, los comicios se vieron ensangrentados por un atentado suicida reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI), que dejó al menos 31 muertos y 70 heridos certa de un colegio electoral de Quetta, en la provincia de Baluchistán (sudoeste), así como otros episodios de violencia de menor amplitud que provocaron al menos cinco muertes.

Una serie de atentados ya se cobró la vida de unas 180 personas, entre ellas tres candidatos, en encuentros electorales a mediados de julio. No obstante, la situación de la seguridad en el país es bastante mejor que hace unos años.

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