Expulsan a un niño de tres años sin brazos de un restaurante por comer con los pies

William Bancroft nació sin brazos, pero nunca ha tenido ningún problema para ayudar en casa, comer solo o hacer, casi casi, una vida normal. Ese sábado acudió con su familia a desayunar a la cadena estadounidense especializada en tortitas IHOP como muchos otros sábados, pero esta vez el desayuno tuvo un final amargo. El encargado del local, en un pequeño pueblo de Arkansas (EEUU), expulsó a la familia del establecimiento al ver al pequeño William, de tres años, subido encima de la mesa cogiendo una tortita entre los dedos de los pies para llevársela a la boca. Su argumento fue que la escena le podía acarrear problemas con Sanidad.

La madre, Alexis, muy enfadada, le preguntó si se aseguraba de que todos sus clientes se lavaran las manos antes de tocar la comida. El encargado se dio cuenta de su error y pidió disculpas, pero el daño estaba hecho. “Sólo quería unas tortitas”, se lamentaba Alexis. Y su enfado le llevó a denunciar lo sucedido en Facebook, donde encontró la solidaridad de miles de personas anónimas, pero también de algún que otro empleado de la cadena de restaurantes, abochornado con lo vivido. La repercusión ha sido tal que Alexis ha retirado el mensaje de su perfil.

El propio encargado, el mismo que los había expulsado del local, escribió un mensaje a la madre para reiterar sus disculpas: “De verdad creo que fue un malentendido. Nunca haría algo así intencionadamente a su hijo. No era lo que pretendía”. Sin embargo, para ella el gesto no es suficiente: “A William ya nadie puede devolverlo al momento anterior a aquello, al día siguiente ya no quería sentarse en la mesa para comer. Quería sentarse en una silla, y no puede hacerlo”.

El presidente de IHOP ha emitido un comunicado en el que asegura que la cadena “no tolerará acciones que sugieran ningún tipo de discriminación”, y que formará a sus empleados en el trato a las personas con discapacidad para evitar que un incidente así vuelva a ocurrir.

DC | El Mundo