Cuando crees tener muchos mocos, pero la realidad es mucho más grave

06Durante cinco años, la estadounidense Kendra Jackson estaba segura de que su mucosidad se debía a sus alergias. Nunca imaginó que en realidad era su líquido cefalorraquídeo el que chorreaba por su nariz.

«Dondequiera que iba, siempre llevaba conmigo una caja de pañuelos. Era como una cascada, continuamente, y luego se deslizaba a la parte de atrás de mi garganta», declaró la mujer al medio de comunicación KETV.

Durante años, Jackson estuvo acudiendo a doctores para entender por qué siempre tenía secreción por la nariz. Sin embargo, los especialistas le decían que solo eran una fuerte alergia. Años más tarde, los doctores del Nebraska Medicine, en EEUU, encontraron la causa: una fuga del líquido cefalorraquídeo, que baña el encéfalo y la médula espinal.

La doctora Christie Barnes y un equipo de otorrinolaringología descubrieron que Kendra Jackson perdía 250 ml de líquido cefalorraquídeo diariamente.

Los médicos utilizaron el tejido adiposo de Jackson para tapar el hueco que se encontraba entre su cráneo y los orificios nasales, por donde se filtraba el líquido.

Jackson señaló que los primeros síntomas se revelaron en 2013, después de que sufriera un trauma cerebral gracias accidente de tránsito. La fuga del líquido estaba acompañada por tos, estornudos y dolores de cabeza. La mujer también sufría de insomnio.

DC / RT

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