12 cosas que debes dejar de hacer para ganar un sueldo mejor del que ganas ahora

El mundo está lleno de vagos que quieren tener dinero sin trabajar y tontos que están dispuestos a trabajar sin hacerse ricos, dijo una vez Bernard Shaw. Si trabajas sin parar y tu sueldo deja mucho que desear, quiere decir que necesitas cambiar algo. Veamos de qué se trata exactamente.

 

1. Subestimar tu profesionalismo

En el libro “Los secretos de mujeres que ganan sumas de seis dígitos” (“Secrets of Six-Figure Women”) Barbara Stanny cuenta que las mujeres que ganan poco, tienen mucho en común. Están de acuerdo con un sueldo bajo y a menudo se subestiman en el plano profesional, creyendo que sus conocimientos y habilidades no son suficientes para ocupar este puesto. Muchos temen hacerse responsables de sí mismos y explican sus éxitos con una simple coincidencia o suerte.

A veces es bueno tomar ejemplo de las personas que tienden a sobreevaluar sus habilidades profesionales. Esta estrategia en ocasiones lleva al éxito.

2. Trabajar gratis

Amy Morin, autora del libro “13 cosas que las personas mentalmente fuertes no hacen” (“13 Things Mentally Strong People Don’t Do”) cree que trabajar por “gracias” no habla de tu profesionalismo, porque aplicas tu tiempo, conocimiento y habilidades y le traes ganancia a la empresa. Cualquier trabajo debe ser pagado y una oferta similar solo se puede aceptar en casos excepcionales.

Pregúntate: ¿la experiencia ganada en este trabajo supera el esfuerzo que le dedicas? De ser así, tiene sentido trabajar durante un tiempo por conocimiento y experiencia. Pero bajo ninguna circunstancia prolongues esta etapa.

3. Temer pedir aumento

Muchas personas temen hablar con el jefe para pedir aumento en el sueldo, ya sea porque no quieren que las juzguen o temen perder lo que ya tienen. Sin embergo, tal conversación es necesaria si, por ejemplo, tienes más responsabilidades, pero tu sueldo quedó en el mismo nivel.

De acuerdo con las observaciones, hay que pedir aumento un viernes en la primera parte del día. Sin embargo, los lunes no son días adecuados para este tipo de charlas, tampoco lo son la hora de comer o la mañana antes de que tu jefe tome su café. Pero, por supuesto, todo es individual y depende de las costumbres de tu superior.

4. Olvidar que el tiempo también es dinero

El investigador en el campo de tecnologías informáticas Peter Cochrane cree que en el mundo solo hay dos tipos de personas: aquellas quienes gastan cualquier tiempo en ahorrar un poco de dinero y aquellos quienes gastan cualquier dinero para ahorrar un poco del tiempo. Y las más eficientes son las personas del segundo tipo.

Imagina que debes recoger alguna mercancía que está en el otro lado de la ciudad. Supongamos que vas a gastar alrededor de 2 horas de tu tiempo y 1 dólar en el camino. También puedes quedarte en casa y pedir entrega a domicilio, pagando 5 dólares. La primera opción parece más económica, pero, en realidad, si un hora de tu trabajo cuesta 10 dólares, conviene más gastar este tiempo en el trabajo.

5. Trabajar hasta la noche

El presentismo es la situación cuando el empleado pasa en el trabajo más tiempo de lo necesario. Los motivos pueden ser muchos: la inhabilidad de planear su tiempo, el deseo de mostrar ser un trabajador súper responsable o la seguridad de que eres irreemplazable. En cualquier caso, esta conducta no te ayudará a ganar más.

“En Facebook a menudo trabajan hasta la noche. Y si me hubiera quedado a trabajar junto con todos hasta esa hora, me hubiera agotado. Me hubiera considerado una mala madre y, al final, terminaría renunciando. Pero hubo otro camino: llegar a trabajar temprano, trabajar las horas que yo quería trabajar, salir a las 5:30 de la tarde y conectarme desde la casa: así es como trabajo hasta ahora”, comparte su experiencia Sheryl Sandberg, la única mujer en la gerencia de Facebook.

6. Mirar hacia adelante, en vez de mirar a los lados

La mayoría de las personas trabajan en una oficina, esperando obtener un puesto más alto. Solo arriba, sin desviarse del camino. Por otro lado, esto es bueno, pero, según Jason Demers, fundador y director de AudienceBloom, esta forma de pensar limita tu desarrollo y te quita la oportunidad de ganar más.

Sería mucho más exitoso mirar alrededor y mostrar interés hacia los campos que no están relacionados directamente a tu trabajo principal. En primer lugar, esto te ayudará a conseguir un ingreso adicional. En segundo lugar, las personas con diferentes talentos suben en el trabajo mucho más rápido, ya que representan más interés para la directiva.

7. No hacerte una pregunta muy importante

¿Qué piensas sobre tu trabajo? Si tuvieras un montón de dinero, ¿lo estarías haciendo? Si la respuesta es “no”, piensa, a qué te dedicarías si sucediera eso, y cómo tu nueva ocupación te ayudaría a ganar dinero.

¿Por qué es tan importante? Si amas tu trabajo, lo estarás haciendo con más alegría e inspiración, por lo cual tu eficiencia subirá. También el jefe, al ver tu interés sincero y entusiasmo, estará interesado en tu crecimiento. Un trabajo odiado no te hará rico.

8. Creer que el dinero es el único propósito

Claro que es una buena motivación, pero para una realización exitosa, no debe ser prioritaria y única. Si un empleador elige entre un trabajador que busca ganar mucho dinero y alguien que quiere aportar a que la empresa suba, por supuesto que elegirá al segundo. El dinero no es el objetivo, es la herramienta, y ganar dinero por dinero es lo menos sensato de lo que puedas hacer.

Te debe interesar desarrollarte precisamente en este campo. Tu interés sincero por el trabajo no pasará desapercibido, y tus oportunidades de crecimiento laboral y aumento en el sueldo subirán notablemente. Así podrías gastar el dinero extra en tu hobby: sentirás aún más alegría y te volverás más eficiente.

9. Vivir según un guión acostumbrado y conformarse con poco

Muchas veces podemos escuchar la frase: “Me alcanza para vivir”. Aquí se esconde un problema: esta posición en la vida es un motivo frecuente de la aparición de un pensamiento inerte, cuando vas por un camino bien conocido y no intentas doblar la esquina para buscar otro, más interesante o bonito.

Nada se detiene, y el mundo siempre está en movimiento. Ahora te alcanza, pero mañana puede que quieras tomar un café con un croissant, mirando la Torre Eiffel, o tener un hijo. Darse cuenta de este detalle es una gran motivación para trabajar en aumentar las ganancias: intenta hacer cada día un poco más que ayer.

10. Sumergirse en el trabajo, ocultándose de los problemas en la vida personal

A veces buscamos en el trabajo una salvación de los problemas personales. Una solución similar puede tener un efecto a corto plazo, pero a la larga, te será difícil ganar mucho dinero. Es difícil trabajar, cuando tu cabeza está llena de todo tipo de preocupaciones y ansiedad. Las investigaciones confirman que las personas felices ganan más que sus compañeros tristes.

Ocultarse de los problemas en el trabajo no es la mejor estrategia. Es mucho más eficiente primero resolver las preocupaciones personales y los conflictos, para luego regresar con nuevas ganas al trabajo: tranquilo, feliz con la vida y eficiente.

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