Blindan el Castillo de Windsor para la boda del Príncipe Harry y Meghan Markle

La cuenta atrás para la boda del año comenzó el mismo día que la Casa Real inglesa anunció que el Príncipe Harry y su prometida, la actriz Meghan Markle, se darían el «sí, quiero» en 2018 en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor, en Berkshire. A los pocos días se supo la fecha exacta del enlace: el 19 de mayo. Después, el Palacio de Kensington hizo público el primer posado oficial de la pareja, se filtraron bocetos del traje que luciría la novia y se supo que la lista de invitados alcanzará las 2.640 personas, de los cuales 1.200 serán «ciudadanos de a pie»… incluso comenzaron a llegar los primeros objetos de decoración sobre la boda en forma de souvenirs.

Cualquier detalle sobre la boda ha trascendido. Y ahora, cuando solo quedan cincuenta días para que todas las miradas se dirijan hacia Windsor, la policía de la región ya empieza a implementar el cordón de seguridad que blindará el Castillo, la capilla de San Jorge y calles aledañas. Un «anillo de acero» alrededor de la fortaleza que se ha presupuestado en 34 millones de euros, según informó ayer el «Daily Mail».

El operativo incluye barreras físicas contra ataques terroristas, controles de vehículos, francotiradores y escáneres de rayos X para personas y objetos personales, como los que se encuentran en los aeropuertos. Se prevé que ese día acudan más de 100.000 personas a Windsor. Todos ellos serán registrados por los agentes que se encontrarán en las zonas de acceso a las inmediaciones del Castillo. Una vez atravesado el cordón, podrán observar el recorrido el carruaje real.

El fin de semana del 19 de mayo, Windsor será uno de los enclaves más seguros del mundo. La policía instalará la próxima semana una red de cámaras de reconocimiento automático de matrículas, con el fin de verificar si hay vehículos robados o sospechosos que figuren en las bases de datos de Scotland Yard. Además, una patrulla de agentes con perros y otra a caballo patrullarán la ciudad con armas de fuego, y oficiales de la Marina realizarán registros por el río Támesis.

A Meghan Markle ya se le asignó hace unos meses un equipo de seguridad, que será reforzado el día de su boda con otro comando de protección especial. En el interior del Castillo, más de 4.200 agentes de Scotland Yard velarán por la seguridad de miembros de la realeza e invitados de la pareja.

Experiencia y veteranía

David Hardcastle, jefe de policía de la zona, es el responsable de todo el operativo real. Su equipo lleva muchos años encargándose de la seguridad de los eventos relacionados con la Casa Real en Windsor: desde la ceremonia anual de la Orden de la Jarretera, pasando por visitas de Estado, o las recientes celebraciones por el 90 cumpleaños de Isabel II. «La boda del Príncipe Harry y la Señorita Markle no es una excepción. Estamos trabajando para ofrecer un evento seguro, seguro y feliz para todos», comentó ayer Hardcastle al «Daily Mail». Un portavoz de la policía también comunicó que el objetivo de este despliegue de seguridad «no es alarmar a los ciudadanos, si no tranquilizarlos», porque la única intención es «mantener a todo el mundo a salvo».

Según un comunicado difundido en noviembre del pasado año, la Reina Isabel correrá con los gastos del enlace, incluido el servicio religioso, la música, las flores y la recepción. Mientras tanto, el Príncipe Harry y la futura Duquesa de Sussex continúan viajando por todo Reino Unido. Su última parada antes de la boda será Bath, donde asistirán a las pruebas del equipo de su país para los Juegos Invictus.

 

DC / ABC

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