Alonso mira hacia arriba

Fernando Alonso saboreaba al atardecer de Melbourne la tarta de cumpleaños de Stoffel Vandoorne junto a Linda Morselli con la mirada y la mente lejos de todo. Sin mirar atrás, sólo adelante. En concreto hacia arriba. O se le escapó o ya tiene en mente a Red Bull cuando reconoció que es su siguiente objetivo, algo que sonaba a ciencia ficción incluso en pretemporada con la falta de fiabilidad constante en el McLaren.

Si el coche viene como tiene que venir para China, donde debutará en realidad el MCL33 este año como avanzó este diario, el currado, el que no les ha dado tiempo aún a sacar a pista, cree que estarán ahí. Ahí no es con Mercedes, que está lejos de todo. Ahí es con los demás.

Esta será nuestra carrera más baja de prestaciones porque las cosas van a ir mejor»

En Melbourne retuvo 27 vueltas a Verstappen, al que ganó plaza durante el coche de seguridad virtual. Difícil las dos cosas, frenar al holandés y estar más espabilado que los energéticos. Fernando espabiló de un mamporro a su ingeniero, que se suele angustiar demasiado, y en la tensión sacó petróleo de todo lo que se puso por delante, con un quinto puesto.

Además, por el Halo o la nueva configuración aerodinámica de los monoplazas, adelantar se ha convertido en un suplicio. Melbourne tiene rectas cortas, pero la apreciación no es de corto alcance. Lo padeció Hamilton conVettel, al que no pudo ni meter el coche jugándose la victoria, y el propio Max con Alonso, o Ricciardo con Raikkonen por un podio.

Fernando se dio cuenta de que si te colocas delante y no cometes errores, es francamente difícil verse sobrepasado incluso con un coche un segundo más veloz como fue a ratos el Red Bull respecto al McLaren. Y con el talento del español al volante en el achique de espacios, más. «Podemos defendernos y podemos atacar por fin», decía Alonso, que ya por radio avisó al equipo, «podemos pelear, podemos pelear».

Con todo, en carrera el MCL33 es muy constante y veloz, la vuelta rápida de los dos McLaren fue casi calcada, la sexta y séptima mejor, a medio segundo de Hamilton, Vettel o Raikkonen. Es mucho, pero no un mundo, y falta esa evolución China y, no olvidarlo, la primera mejora del motor Renault, que aún está en nivel de fiabilidad más que prestacional.

«Para alcanzar a los pilotos de delante necesitamos hacer algo especial, ideas inteligentes porque tienen esa diferencia que será difícil de reducir», apostilla Fernando.

«Esta es sólo nuestra primera carrera junto a Renault, y las mejoras van a llegar en las próximas carreras. Empezamos a mirar hacia delante, y esta carrera es probablemente las nuestras prestaciones más bajas de la temporada. Las cosas va a ir mejor y mejor», comentó tras la carrera Fernando, en ese espanto para el piloto en que se convierte el final de carrera, con explicaciones en varios idiomas a las televisiones que pagan derechos y donde no ven el momento para ducharse y descansar.

Para alcanzar a los pilotos de delante necesitamos algo especial e ideas inteligentes»

Lo más interesante de todo, es que Fernando ha vivido tantas F1, desde tantos escenarios, que sabe dónde está, dónde mira y lo que puede pasar. En seguida se les escapa las ganas que tiene de ganar una carrera. Yse le escapó en Melbourne.»Recuerdo 2008, con Renault, cuando sumé más puntos que el monoplaza campeón en la segunda parte de la temporada y pasó lo mismo en 2009 con Räikkönen, que fue mejor que Button, que ganó el campeonato ese año. Así que sí, necesitas el coche más rápido, pero también necesitas uno consistente». Aquél año ganó dos carreras…

 

DC / Marca

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