“El Cinismo y el Dialogo” Por Johnny Galue (@COOTUR)

“Una burla cínica, a la lógica del hambre, la miseria y la desigualdad de los Venezolanos”

El discurso del cinismo y la traición, utilizado por el Régimen, tiene data histórica, rodeado de ambigüedades, confuso y enigmático, con el cual, enfrentan la verdad y la mentira. Para imponernos una democracia fallida, e injusta como explotadora, hasta vaciar las arcas del estado donde la corrupción ha sido el punto esencial del desarrollo para que la burguesía de este régimen se haya convertido en el parásito más execrable del cual se pueda tener conocimiento en la historia de este País.

El Presidente sabe que miente, oculta la verdad, la adorna y la maquilla a sabiendas de que su palabra está contaminada por la traición.

El discurso del cinismo fue introducido por los españoles de la conquista, cuando a los indígenas, eran conminados a la paz, asesinándolos, eran convocados a la armonía exterminándolos, eran llamados a la reflexión expulsándolos de sus territorios. Durante la colonización español, el discurso del cinismo fue implementado por la iglesia, la corona española y los funcionarios burocráticos que en medio del adoctrinamiento religioso y el aprendizaje de la lengua indiana fueron penetrados ideológicamente para convencerlos de que Dios era justo, equitativo y misericordioso.

Así en el recorrido de la independencia, había el bando de la corona española y sus aliados criollos y el bando de los independentistas, unos que abogaban por el fin de la esclavitud y los otros que proseguían en sus intenciones de proseguir administrando aquella sociedad injusta, frágil, perseguidora y aplastante. Eran los ricos contra los pobres, los criollos patriotas contra los criollos esclavistas. El lenguaje del interlocutor, era cínico, era desvergonzado, era dual, por ello, no hubo una real independencia.

Desde entonces en la historia contemporánea, hemos sido siempre referidos por un lenguaje de inmoralidad, de desfachatez, de desvergüenza y hasta de un insolente descaro, que ha inventado un monstruo amenazante en la figura del comunismo internacional.

Todas las acciones políticas fueron tramadas para engañar al pueblo, traicionar al soberano y desmontando, cualquier otro intento de independencia política o económica.

Al igual que hoy, todas las fuerzas del oprobio, coincidieron siempre en la tortura, la persecución y el rencor contra los proyectos democráticos de independencia y soberanía económica. Vivimos exactamente en ese sistema imperial, creado por este Régimen, la esplendidez del cinismo, del discurso mentiroso, deshonesto y procaz. Nos conducen, como manadas de rebaños, como animales que no poseen la racionalidad de la inteligencia, nos llevan, por donde no existe luz, si no sólo la oscuridad y la mentira, disfrazada de medias verdades y medias mentiras, en donde nadie sabe en su andar, si lo que está a su lado un espectro, un retoque, o simplemente una seria burla cínica, a la lógica del hambre, la miseria y la desigualdad total de los venezolanos.

El Antiguo Testamento es un rosario incesante de traiciones; Caín mata a su hermano Abel; los hijos de Jacob quieren dar muerte a su hermano José y lo terminan vendiendo a los israelitas; Dalila traiciona a su amante Sansón. Matar al hermano, entregarlo al enemigo, quebrar la palabra empeñada, ignorar la fidelidad del buen amor, forman parte de las mejores tradiciones como traiciones bíblicas. Las cuales rematan en la más paradigmática de las traiciones; la de Judas a Jesús, tan importante que está en la base misma del mensaje cristiano de la redención. Sin esa traición la historia hubiese sido otra: Jesús hubiese quedado expuesto a un calvario aún peor, el trono del César.

 

DC / Dr. Johnny Galue / Abogado, Político / @COOTUR

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