“Venezuela en plena decadencia” Por Johnny Galue (@COOTUR )

En la Venezuela de hoy, la de los nuevos ricos, y los nuevos líderes, el mero recordatorio de un pasado distinto, resulta desestabilizador y molestos. El olvido de las causas morales de la prosperidad, es parte del problema, pero no cabe duda que la solución a los problemas económicos y políticos del País, no se encuentran solamente en el futuro, sino que hunde sus raíces en el pasado, donde encuentra el abono, para fortalecer los difíciles tiempos que se vienen, esta vez, vencerá la decadencia y podrá modificar, una vez más, el curso de la historia.

La experiencia nos ha demostrado que la corrupción es progresiva, que la insensibilidad es irreversible y que la ingobernabilidad es terminal. No aceptar, con madurez, la existencia de la descomposición política, es balancear entre el suicidio y la eutanasia. Es como creer que el Alzheimer es pasajero, que el cáncer se cura solito o que el infarto nada más punza, pero no mata.

Sin diferencia alguna, no hay dirigentes ni partidos, que hayan fomentado una actitud disciplinada, ni promovido una ética de oficio, dirigida a las generaciones de remplazo. Solo se han conformado, a reclutar operadores. En donde lo más importante no son las propuestas o planes para el desarrollo, sino los insultos, los desafíos, como descalificaciones.

El poder político no se regenera, por sí mismo cuando se ha corrompido, cuando se ha pervertido o cuando se ha depravado. Mi abuela fue muy honesta, pero nada sabía de política y, por eso, siempre hubiera sido derrotada. Era muy pura, pero era muy inútil. Por eso, reconozco que la regeneración política es muy costosa. Cuesta mucho esfuerzo, mucho tiempo y mucho sufrimiento, a veces en balde. La dictadura militar se hizo de Alemania a través del Tercer Reich y de sus brazos represivos. En Rusia y China, la dictadura partidaria a través de sus respectivos partidos comunistas. En Francia, la dictadura popular a través de sus comités de salud moral. Todos comenzaron con la promesa de la salvación y todos terminaron en el campo de concentración, en la deportación confinante, en la esclavitud disimulada. En Venezuela, este Régimen se ha refinado, cambió el garrote por la tribuna. La violencia física ha sido sustituida por una violencia política, que se expresa en forma de alternancia de reforma o de refundación.

Lo que ocurre en Venezuela, con la perspectiva que da la historia, la importancia de las decisiones políticas en la vida de los venezolanos, evidencian que vivimos inmersos en un mar de declaraciones de bajo nivel que muchas veces no nos dejan ver la dirección en la que vamos y las cosas que de verdad importan. Por no salir de la Venezuela en parálisis casi permanente. Tienen que ver con el diseño de un poder fuertemente centralizado. Ese poder apuesta por desarrollar unas zonas y dejar abandonadas otras. Así de simple y así de claro. Imponiendo un poder local, con una aristocracia latifundista profundamente reaccionaria. Los planes de desarrollo con los que el Régimen pretende cambiar a Venezuela a partir de su Plan, miran para otro lado.

El desinterés, el individualismo y la indolencia han sido la respuesta de los venezolanos a lo que le ha venido impuesto desde fuera. La suma de estos factores ha dado como resultado el País, que tenemos hoy. Lo malo es que tampoco hay en el horizonte indicios de que las cosas se vayan a modificar. El declive que empezó hace dieciocho años, se mantiene inalterable y goza de buena salud.

 

DC / Dr. Johnny Galué / Abogado, Político / @COOTUR

 

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