Sindicato de arroceros denunció violencia en Uruguay

César Rodríguez y Marcelo Amaya, pertenecientes a la Asociación Sindical Única de Trabajadores del Arroz y Afines (SUTAA) conversaron luego de concurrir de forma reciente junto con tres trabajadores arroceros de Treinta y Tres, a la Delegación de Legislación del Trabajo de la Cámara de Representantes. Fueron a esbozar dos preocupaciones del sindicato: el sometimiento de trabajadores en determinadas compañías y las condiciones de trabajo a las que se encuentran expuestos.

“La represión siempre coexistió, la agresión siempre existió y el tema de los inconvenientes generados por los agroquímicos se ha agravado durante los últimos veinte o treinta años, porque las cargas son más fuertes y porque las plantas adquieren resistencia”, manifestó Rodríguez.

De este modo Amaya contó lo mismo que en la delegación: una serie de conocidos, todos empleados de Arrozal 33, soportaron las consecuencias de los agroquímicos.

“En la misma compañía hubo un compañero que tuvo dificultades motrices, perdió la voz y murió; a otro compañero se le atrofiaron los músculos pero se salvó después de un largo ciclo en el CTI; otro trabajaba en el área de gerencia y a veces dejaban los venenos en ese mismo lugar acopiados, y en el período de un año y poco igualmente falleció por un padecimiento extraño”.

Consecuencias ambientales

Sin embargo, no únicamente preocupan las patologías que puedan forjar estos productos, sino las consecuencias ambientales.

“No es únicamente el tema de que es malo para la salud humana, sino igualmente todos los daños colaterales a la población, a la comunidad; la falta de ordenación de la fumigación con avionetas cerca de los pueblos; el vertido a los cursos de agua y al suelo de restos de glifosato y otros productos; las mezclas cuyas consecuencias no se conocen; altas concentraciones en la fumigación” son, entre otras, algunas de las intranquilidades que manifestó Rodríguez.

Según reseñó el portal La Diaria, otro tema que se trató en la delegación fue la persecución sindical de sectores arroceros vinculada igualmente con los agroquímicos.

Amaya recordó una serie de casos en los que se fumigó (rociando el veneno desde los aviones) concisamente a trabajadores sindicalizados o a sus familiares “porque saben el temor que tienen los trabajadores a esa sustancia”.

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