Nolito atiza a Guardiola: «Es testarudo, hay que hacer lo que él quiere»

Manuel Agudo, más conocido en el mundo del fútbol como Nolito, concedió una entrevista al medio inglés The Guardian en la que habla tanto de su situación actual como de todo lo que vivió en Manchester. Una ciudad a la que llegó de la mano del City de Pep Guardiola, quien le convenció para salir de Vigo. «Al principio las cosas funcionaron bien», pero luego dejó de jugar sin saber el motivo. «Pregúntaselo a él», responde en el periódico británico.

En lo que respecta a su relación con el técnico, dijo tener algunas discrepancias: «Yo me tomo las cosas de manera diferente y él es demasiado serio. Hay personas que, si no ganan, no comen. Me gustan las bromas, pero eso no significa nada. Cuando hay que trabajar lo hago«. Según su punto de vista, siempre hay que «levantarse al día siguiente» por lo que debe elegir entre «entrenar feliz o triste y amargado».

A pesar de no estar en todo de acuerdo con Guardiola, siempre le estará agradecido. «Él me contrató. No sé si es que luego cambió de opinión, pero nunca tuve un problema con él. Le deseo lo mejor a él y al equipo«, explicó sobre un entrenador que para él «es muy testarudo y se tiene que hacer lo que él quiere».

El extremo sevillista disputa este martes un duro partido en casa ante el Liverpool, a quien conoce de su estancia en la Premier. Habló también de su estancia y su forma de vida en Inglaterra, dejando claro que no era lo suyo. «Mi hija cambió de color. A las cinco de la tarde está todo oscuro y hace frío, la filosofía de vida es diferente», explicó, argumentando además que este es uno de los motivos de que los ingleses vayan de vacaciones a Marbella, Gibraltar o Sanlúcar: «Vienen, beben vino y comen jamón. Viven de puta madre y se sienten de puta madre».

Para finalizar, se deshizo en elogios hacia su compañero de selección, David Silva. «Es un mago y está infravalorado. Silva es el mejor en la Premier. Lo que hace todas las semanas no lo hace ningún otro jugador. Otros no pueden moverse como si la pelota estuviera atada a su bota», comentó.

EM