Niña de siete meses requiere derivación ventrículo peritoneal

Ivanna Jiménez tiene siete meses y ya es una vencedora. Luego de sortear diferentes dificultades durante su gestación y nacimiento, ahora la bebé requiere de una derivación ventrículo peritoneal, para tratar el aumento de líquido cefalorraquídeo que le produce la hidrocefalia que padece.

La historia de esta gemela inició junto con su gestación. El embarazo de Daymar García, de 28 años, fue un milagro desde el principio. En la primera consulta con el ginecólogo, este le iba a practicar un “curetaje” porque estaba seguro que se trataba de una malformación, pero ella no aceptó, decidió esperar y “gracias a Dios lo hizo”, porque en su vientre llevaba no una sino dos vidas.

A los cinco meses se encendieron las alarmas porque “al parecer una de ellas venía con una enfermedad llamada Arnold Chiari tipo 2 o mielomeningocele, pero no era seguro. Me angustié y empecé a buscar información, esto podría producirle a la niña hidrocefalia, pie equino e inmovilidad en sus piernas. Se sospechaba porque tenía el cráneo en forma de fresa”, explicó su papá.  Un mes después confirmaron que la sospecha era cierta.

A la semana 30 del embarazo le comenzó el trabajo de parto a Daymar y estuvo recluida en el Hospital Chiquinquirá, donde cuatro semanas después le hicieron cesárea de emergencia. Nacieron las gemelas Ivanna Rebeca y Danna Esther de 1,800 y 1,500 kilogramos de peso respectivamente. Ivanna fue diagnosticada con el mielomeningocele y recluida en la Unidad de Cuidados Intermedios.

“En el hospital no me querían hacer la cesárea, por no correr el riesgo con las niñas, pero no tenía otro lugar a donde ir. Cuando nacieron las niñas, la jefa de neonatología me dijo que Ivanna moriría. Recuerdo claramente que me preguntó ‘Tú tienes dinero para comprar una válvula’ y le respondí que tengo un Dios que me la puede salvar”, contó con tristeza e impotencia la madre de las niñas.

A Ivanna la operaron cuando tenía 19 días de nacida. “Justo cuando le colocaron la anestesia se fue la luz en el hospital y el doctor corrió el riesgo de operarla y le corrigió el mielo”. Todo salió bien, pero Ivanna desarrolló hidrocefalia. Casi al mes de nacida fue llevada a su hogar. “Pensé que me la habían dado para que se muriera en la casa, estaba muy flaquita, pesaba un kilo y 100 gramos”, agregó la mamá”.

Carrera contra reloj

Ya transcurrieron siete meses y cada segundo que pasa le resta posibilidades de sobrevivir a Ivanna. La niña presenta crecimiento excesivo de su cabeza y el peso le impide sostenerla. El aumento de la presión intercreaneal, por profusión de líquido cefalorraquídeo, pone en riesgo su vida.

“El único remedio es colocarle una válvula para que drene el líquido hacia otro lado del cuerpo. El doctor nos asegura que al hacer esto vamos a notar la mejoría inmediatamente. Todavía hay tiempo de hacerlo”, explicó Juan, que junto a su esposa entregó cartas solicitando ayuda al alcalde de San Francisco Omar Prieto y al gobernador Francisco Arias Cárdenas, pero “la ayuda no llega”.

La válvula que necesita Ivanna está cotizada en 500 dólares, cantidad de dinero con la que no cuenta la familia Jiménez García, puesto que viven modestamente “solo para comer”. Juan es cajero en una tienda y Daymar es TSU en enfermería. No tiene empleo.

Ivanna a pesar de las limitaciones que tiene para moverse, cada vez que puede toma de la mano a su hermanita, juega con ella con cuanto “trapito” puede agarrar y le hala el pelo. A lo que escucha la voz de su papá lo busca con la mirada. Ella es quien demanda comer en más ocasiones que su hermana gemela.

Los Jiménez García viven en una humilde pieza en la casa de una de las abuelas de las niñas, en el Barrio Los Andes, Parcelamiento Tamanaco. Las bebés duermen en el mismo corral y son muy apegadas una a la otra.

La familia de las gemelas optó por tocar el corazón de personas que se sensibilicen con este caso y puedan colaborarles para que su gemelita no quede con lesiones ni muera. Su circunferencia cefálica a sus siete meses ya alcanza los 52 centímetros. Sus papás sueñan con el día de verla sana, gateando, convirtiéndose en una niña normal, porque su nacimiento fue un milagro.

CONTACTOS

Las personas que deseen colaborar para que Ivanna pueda ser una niña sana pueden comunicarse con su mamá Daymar García a través del 0424-617.4819 o con su papá Juan Jiménez al 0424-615.0770.

Datos cuentas bancarias:

A nombre de Juan Jiménez

Cédula: 19.824,063

Provincial Cuenta Corriente: 0108 0511 2601 00119097

BOD Cuenta de Ahorro: 0116 0128 65 0202166790

LV.

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