El fuego arrasó con milenario patrimonio arqueológico de Perú

El Ministerio de Cultura de Perú se manifestó luego del incendio que afectó el complejo arqueológico de Ventarrón, en Lambayeque, patrimonio de la nación.

La cartera cultural publicó un comunicado en el que afirmó que personal especializado ya está en el lugar haciendo una evaluación de los daños generados por el siniestro.

“Apenas se reportó el incendio, el personal de Cultura, adscrito a la Unidad Ejecutora Naylamp, fue al instituto junto a la Fiscal Provincial Penal de Turno, la doctora Hayde Bravo Chávez. Trabajadores técnicos especializados en la conservación de monumentos se halla en la zona evaluando los daños”, refirió la entidad.

De la misma manera, expusieron que conservadores especializados de Cultura se trasladarán a Chiclayo a fin de ayudar en el análisis de los trabajos de identificación de daños.

Investigarán atentado contra el patrimonio

El Ministerio Público, luego de la solicitud hecha por los representantes culturales,comenzará las averiguaciones pertinentes para determinar las responsabilidades e identificar a los quienes habrían atentado contra el sitio arqueológico.

Asimismo, el ente repudió cualquier acto que atente en contra del Patrimonio Cultural de la Nación y reafirmó su compromiso por proteger la diversidad y riqueza cultural.

Tristeza e indignación

Las reacciones en el medio cultural y científico no se han hecho esperar. El arqueólogo Walter Alva hizo sentir su tristeza e indignación por el terrible incendio que destruyó murales de más de 2 mil años de antigüedad, así como información documental del Complejo Arqueológico.

“Estamos perdiendo un monumento único en su género. Ojalá se averigüe y se establezcan responsabilidades”, dijo Alva por medio de un comunicado oficial.

Al referirse a las causas del incendio, mencionó que hasta los momentos, se conoce que las llamas al parecer se originaron a raíz de la quema de caña de azúcar por parte de la compañía Pomalca, además de la presencia de material inflamable cerca del monumento, y los techos, presuntamente a prueba de fuego, colocados para proteger el espacio.

“Una tragedia como esta solo puede ser producto del abandono, la desidia e indiferencia en que ha estado sumida Ventarrón por parte de la burocracia de la Unidad Ejecutora Naylamp Lambayeque en las pasadas dos gestiones”, sostuvo Alva.

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