«De ciudadanos a Mendigos» Por Eduardo A. Parra F. (@EDUARDO_PARRAF) 

Nuestro libertador Simón Bolívar, en su proyecto humanista de una gran república, dirigió todos sus esfuerzos a tratar de elevar el estatus del ser humano, es por esto que consideraba que el más alto nivel que un hombre podía alcanzar en la sociedad era ser ciudadano.  

La insipiente república, debía garantizar un estado de justicia e igualdad social en todos los sentidos, fuimos la primera nación latinoamericana en consagrar y garantizar la libertad de culto, para ser más atractivos a la inversión extranjera. 

Una nación con garantías, donde el ciudadano se preocuparía por trabajar y producir para sostenerse a la familia, cubrir sus necesidades de vivienda, salud, educación y sostener al estado con sus impuestos, y el estado garantizar los servicios públicos, seguridad y todos los esfuerzos suficientes, para ofrecer a sus ciudadanos la mayor suma posible de felicidad. 

Venezuela un estado rico donde propios y extranjeros hallaron un lugar bendecido para vivir, La ciudad de Caracas su capital, mejor conocida en el mundo como la sucursal del cielo. Los recursos naturales de Venezuela se basan principalmente en sus grandes reservas de petróleo, gas natural, hierro, oro, bauxita, carbón, energía hidroeléctrica entre otros recursos. 

Con una gran producción agropecuaria en Sur del Lago de Maracaibo, tierras de primera para el ganado lechero, plátanos, caña de azúcar, en el centro del país y los llanos tierras privilegiadas para producción de granos, cereales, ganado de engorde y los estados andinos gran potencial en hortalizas tubérculos y otros cultivos importantes. 

Un país muy rico en recursos naturales, pero posee una cultura de administración de esos recursos ricos con muy corta visión, lo que convierte a los ciudadanos que integran nuestro país, en débiles y pobres, por la mala administración de sus gobiernos, gobiernos populistas y corruptos que no garantizaron las condiciones necesarias e indispensables para el fortalecimiento del ciudadano, ciudadanos fuertes estado fuertes, estos solo pensaron en enriquecerse con el propósito de mantenerse en el poder. 

Esto dio paso a lo que hoy conocemos como el fenómeno político social y económico, socialismo del siglo XXI, que con su filosofía utópica, anti natura y anti bíblica de igualdad social, ha llevado a este país a la más alta inflación nunca antes vivida, destruyendo la producción nacional y las posibilidades de desarrollo, los índices de desnutrición y mortandad infantil son muy lamentables, los Venezolanos ciudadanos que no estaban acostumbrados a emigrar, hoy salen como estampida por las fronteras de nuestro país, a buscar mejor futuro, futuro que se le ha quitado en su propia tierra, hoy somos conocidos en las cátedras de economía del mundo, por la mala administración y corrupción, y de cómo se puede llevar a una alta inflación a un país, que tiene todas la condiciones para ser un país desarrollado. 

Somos el único país del mundo, como diría un marabino jocoso donde hay que comprar cobre, (Nombre de la moneda en términos coloquiales) para comprar con cobre, En los 33 países del primer mundo, desde Noruega a Lituana, no hay nada remotamente parecido a los CLAP.  

El proyecto socialista del siglo XXI ha llevado a Venezuela a tal estado de inflación que comúnmente en la asamblea nacional, los diputados aprobaban proyectos de construcción de escuelas, carreteras, puentes y otros. Ahora el presupuesto nacional es dirigido a la importación de productos que antes se producían en el país, llevando a la población a la más extrema hambruna, cada venezolano ha perdido un aproximado de 15 kilos de peso, pareciera un plan malévolo del gobierno, para poder permanecer en el poder. 

Pareciera que el proyecto socialista del siglo XXI su principal objetivo es mantenerse en el poder, y generar pobreza es su mayor logro, convertir al ciudadano en mendigo y manejarlo a su antojo, un ciudadano fuerte en sus derechos y economía es muy peligroso para el socialismo del siglo XXI, de esta forma el socialismo del siglo XXI, enfermo la economía venezolano violando los más mínimos principios económicos, tan elementales para el desarrollo de una nación, revertiendo el proyecto de Simón Bolívar el padre de la patria, de fortalecer al ciudadano y brindarle las posibilidades de desarrollo y crecimiento para que el ciudadano fortalecido fortaleciera a la república, convirtiendo al ciudadano en un ciudadano dependiente de las dadivas y migajas del estado, mutilando sus sueños y deseos de crecer y hacerse fuerte para convertirlo en un mendigo, un país compuesto por un estado omnipotente cuyos ciudadanos son mendigos.  

DC Eduardo Alberto Parra Fuenmayor / Dr. Teología / Abogado  Escritor  Activista de DDHH. / Parra_eduardo777@ hotmail.com / @EDUARDO_PARRAF 

 

 

 

 

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