Bruselas no exigirá ajustes a España en 2018

La Comisión Europea consideró que aún es pronto para evaluar el impacto del desafío catalán, pero subraya que en todo caso no hará falta otro tijeretazo: “No vamos a pedir más ajustes”, aseguró el eurocomisario Pierre Moscovici.

Por su parte, el agujero fiscal bajará sin ninguna dificultad por debajo del sacrosanto 3% del PIB en 2018. El déficit cerrará en el 2,4%, según Bruselas, lo que supone dos décimas más del objetivo. En cualquier otro momento Bruselas habría pedido un recorte de 2.000 millones: ahora no lo ve necesario.

Se conoció que la primera autoridad de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, cree que la austeridad tal vez haya sido “el peor error europeo de la crisis”. Bruselas y Fráncfort determinaron una y otra vez recortes a toda la periferia en los peores años de la Gran Recesión y solo consiguieron agravar así los problemas del Sur. Sin embargo los momentos están cambiando.

España por su parte, saldrá del  procedimiento por déficit excesivo en 2018: el déficit se situará claramente por debajo del 3% del PIB.

Bruselas y los ajustes a España

De este modo, y a pesar del fuerte crecimiento, el Gobierno incumplirá por 2.000 millones de euros las metas fijadas. En otro momento de la historia, los recortes habrían sido poco menos que obligatorios. Ya no: “España va a incumplir el objetivo por dos décimas, pero no vamos a pedir nuevas medidas”, aseguró ayer Moscovici en una conversación con varios medios europeos.

El tema del déficit ya no es el principal quebradero de cabeza de Europa. El compromiso (pública, pero también la privada y el endeudamiento externo, con España de nuevo en mala posición) es el síntoma al que ahora se presta más atención, junto a las dificultades para generar inflación a pesar de las medidas extraordinarias del BCE.

“Ciencia es predicción”, es el signo de la Sociedad Econométrica, pero hacer conjeturas sobre la economía española se ha vuelto un trabajo imposible: Cataluña planea sobre todos los posibles escenarios.

Actualmente, Madrid cree que el impacto del desafío secesionista será de unos 5.000 millones de euros; los analistas privados creen que esa cifra puede ser incluso superior.

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